Todo el mundo habla de películas de superhéroes, pues desde hace más de 10 años, estas han formado parte importante del entretenimiento en cines al establecer un campo firme para las producciones de este estilo. Marvel y DC, como los principales productores, son los actuales impulsores de los personajes de cómics en la pantalla. Sí, sabemos que son comercialmente viables, pero hay películas de las que pocas veces hablamos y que hoy traeremos a la mesa: las películas live-action basadas en videojuegos.
Es bien sabido que las películas live-action que se basan en videojuegos no siempre tienen las mejores adaptaciones. En parte porque el presupuesto es muchas veces limitado. Mortal Kombat o esa adaptación de Mario Bros con Bob Hoskins son algo que muchos quieren olvidar. Pero hoy hablaremos de Sonic, pues parece ser una brillante joya en medio adaptaciones que fracasaron en el intento.
Sonic 2: la película se ha posicionado como la más taquillera en la cartelera actual, dejando terriblemente humillada en su estreno a Morbius, protagonizada por Jared Leto. Se estimaba que la película del erizo azul recaudaría 65 millones de dólares en su debut, pero ha superado su meta ingresando a la taquilla 71 millones dólares.
Por su parte, Morbius encontró en Sonic 2 a una de sus principales barreras promocionales, pues parece que el público prefiere asistir a las salas a ver la secuela de Sonic que la introducción de Marvel. Tan solo hay que ver la comparativa de una semana a otra para darse cuenta. En su semana de estreno, Morbius alcanzó a embolsar 39 millones de dólares, pero su rendimiento en la segunda semana cayó un 73.9 por ciento, reuniendo solo 10.2 millones de dólares.
Sin embargo, Morbius no se ha quedado solo con una considerable reducción de espectadores en sala, tampoco en la crítica le ha ido tan bien como se esperaba, pues el tomatómetro de Rotten Tomatoes la califica con un 16 por ciento, mientras que la puntuación de la audiencia la deja en 71 por ciento, al cierre de la edición. Puede ser que el mero gusto del público marque la relevancia de la película y que por eso no haya arrancado como se esperaba.
Por otro lado, Sonic ha demostrado que las películas de live-action basadas en videojuegos pueden ser un mercado viable si se les da el tratamiento correcto. Su primera película, estrenada unas semanas antes del inicio de la pandemia de covid-19, fue una de las más taquilleras del 2020, siendo también una de las pocas que pudieron llegar a la pantalla grande.
Sonic, la primera, había establecido el récord de conseguir el estreno más taquillero de una adaptación de videojuegos al arrancar con 58 millones de dólares. Ahora, con un panorama más laxo en cuanto a la asistencia a las salas y medidas sanitarias, llegó a refrendar que no solo fue un golpe de suerte. Seguramente, Paramount ya debe estar contemplando el futuro de la franquicia.
Otra película que ha resentido los estragos de compartir cartelera con Sonic es Ambulance: Plan de huida de Michael Bay, que en su estreno en Estados Unidos solo logró sumar 8.7 millones de dólares. A nivel global le ha ido un poco mejor, logrando superar los 31 millones de dólares, pero aún queda lejos de tener ganancias significativas, pues el costo del filme fue de 40 millones. Sin embargo, aún faltan más países para el estreno de esta producción.
¿Será que Sonic encontró una fórmula efectiva para presentar videojuegos en la pantalla grande? ¿Será que al ser el último trabajo de Jim Carrey, esto influyó en el éxito? ¿O las demás participantes de la cartelera no son tan buenas como se anunciaban?