Siria, el país más violento de la Tierra tiene muchos problemas, pero con todo y eso, se adhirió al Acuerdo de París sobre emisiones contaminantes en pos de reducir el calentamiento global y ahora Estados Unidos es el único que mantiene su postura ridícula.
Hace pocos meses, Donald Trump anunció que Estados Unidos se retiraba del Acuerdo de París sobre cambio climático aprobado por 195 países en diciembre de 2015. El acuerdo es considerado por muchos el más importante de los últimos años por su intención de salvar al planeta.
Establece distintas medidas para la reducción de emisión de gases de efecto invernadero, lo que obliga a los gobiernos a controlar sus industrias. Trump argumentó para su retirada, que él representa a los ciudadanos estadounidenses, no a los de París ni de ningún otro lado.
Ahora que Siria, anunció que firmará el acuerdo, Estados Unidos es el único que se mantiene en contra.
“Es claro y cada país en el mundo está trabajando para zanjar la crisis climática, mientras que Donald Trump ha aislado a los Estados Unidos en una posición vergonzosa y peligrosa”, dijo el Director Ejecutivo de Sierra Club, una organización medioambiental estadounidense.
“Con Siria abordo, ahora todo el mundo está comprometido en avanzar, todos menos un país… Esto debería hacer que la administración Trump haga una pausa y reflexione sobre su anuncio sobre dejar el Acuerdo de París”, dice un comunicado del Instituto de Recursos Mundiales.
Siria involucrada en una guerra civil terrible con muchos intereses y posturas al parecer tiene un juicio más sano. Aunque no tiene una huella de carbón tan grande como el Pie Grande que es Estados Unidos, el hecho de que se haya tomado el tiempo de recapacitar para ingresar al pacto nos da una idea de que la postura de la Casa Blanca es ridícula.
Incluso Corea del Norte es parte del Acuerdo. Nicaragua, que se había negado a firmar porque le parecía que debía tener mayor alcance, se unió el mes pasado en respuesta a la postura de los estadounidenses.
Al declarar la intención de retirarse de los acuerdos, Trump aisló a los Estados Unidos y se debilitó como líder mundial.
La administración Trump por lo pronto, envió una delegación que intentará prohibir el uso del carbón como solución al cambio climático.