Siempre ha habido mucha polémica respecto a todos los secretos que resguardan los gobiernos de todo el mundo: conspiraciones, atrocidades, proyectos; y la mayoría de estos casos nunca salen a la luz pública, mientras que otros se escurren entre las rejas y son dados a conocer. Tal vez por que ya no representan un peligro para nadie.
Pues resulta que Rusia tenía planes siniestros para destruir Londres con poderosas bombas nucleares durante la Guerra Fría, según documentos recientemente publicados.
Una carta enviada por el experto atómico británico William Penney en 1954 ha sido liberada de los Archivos Nacionales por primera vez.
Penney advierte al presidente de la Autoridad de Energía Atómica, Edwin Plowden, de que Rusia estaba preparada para lanzar un devastador asalto atómico contra la capital.
Penney ayudó a desarrollar la primera bomba atómica del Reino Unido. Él escribió en la carta:
“En lugar de usar, digamos, 32 bombas en Londres, probablemente utilizarían tres, cuatro o cinco muy potentes que harían el mismo daño, pero que no necesitan ser dirigidas con precisión”.
¿William Penney a la izquierda, con su equipo de investigación, el profesor J.M. Kay, D. Peirson, el Dr. B. Schonland y el profesor Jack Diamond
Estas series de explosiones habrían causado una destrucción completa de tres millas en cada dirección a partir del centro de la explosión, abarcando un área de aproximadamente 30 millas.
Según la histórica carta manuscrita, las bombas que los rusos planearon utilizar eran más poderosas que las que cayeron sobre Nagasaki, enviadas por Estados Unidos al final de la Segunda Guerra Mundial, la explosión de ésta asesinó al menos a 74.000 personas, causando heridas a otros 75.000.
Otro documento publicado fue una nota del presidente del Comité de Defensa Nacional en marzo de 1955, donde advirtió:
“No podemos decir con certeza cuánta advertencia debemos obtener antes de que se hiciera un ataque contra el Reino Unido. Pero consideramos que, cuando es esencial para la planificación, los departamentos pueden continuar asumiendo que el gobierno podría detectar un deterioro de la situación internacional unos seis meses antes de la guerra y sabríamos, digamos, siete días en que se esperaba un ataque contra este país”.
Afortunadamente, y lo digo nombre de todos y cada uno de los seres vivientes… Que bueno que esto nunca ocurrió.