El terror inmobiliario generalmente se refiere a la especulación que se hace sobre la vivienda, el desplazamiento y la gentrificación de las ciudades, pero esta vez, la cosa se ha tornado literal en Valladolid, España, donde encontraron a un puntual inquilino que pagaba su renta desde el más allá.
Antonio Torralba era un anónimo oficinista que vivía en un viejo edificio de Valladolid. En su apellido tenía algo de presagio, la torre blanca de la muerte. El hombre rentaba desde hacía 19 años en el edificio y era el único huésped, pues los dueños solo mantenían el inmueble en pie por él y su buen pago.
Sin embargo, la macabra noticia se dio cuando algunas personas que intentaban ocupar el edificio de manera ilegal, ingresaron al departamento y se toparon con un cadáver momificado: era el oficinista de 69 años Antonio Torralba, quien se encontraba muerto desde hace mucho.
El hallazgo fue comunicado a las autoridades correspondientes de Valladolid, quienes, tras algunas pruebas, determinaron que el señor Torralba llevaba al menos cinco años muertos en esa torre inmobiliaria. Por su parte, los dueños de la casa dicen no haber sospechado nada porque el oficinista sexagenario pagaba puntualmente debido a que tenía un pago programado en su cuenta.
Pagaba todos los meses la renta, ya que tenía una orden de transferencia permanente en la cuenta del banco. El teléfono lo tenía activo, aunque saltaba el contestador. No somos de preguntar más si todo está en regla. ¡Pero quién iba a imaginar que llevaba tanto tiempo muerto!
Con la muerte del respetable señor Torralba se pondrá fin al ciclo de vida del edificio. Los dueños quieren demolerlo y la policía ha dado luz verde para que el edificio sea derribado sin mayores problemas. Por el momento han cercado el acceso, pero lo liberarán sólo para la demolición. Así, el señor Torralba se despide de este mundo que aún guarda sorpresas.