Al fin, una actividad curricular que sirve para toda la vida se vivió e impartió en una escuela de México: Preparar, como es debido y como dios manda, una buena carnita asada. Esta clase magistral se llevó a cabo en el municipio de Monterrey en el estado de Nuevo León, donde las carnes asadas son el pan nuestro de cada día.
La actividad formó parte de la clase de Matemáticas y Tecnología y tenía como objetivo enseñar a los alumnos a medir las grasas en los alimentos, así como fomentar la práctica de métodos de cocción que no impliquen grandes cantidades de aceite que añadan niveles de grasas poco saludables a los alimentos.
La historia se dio a conocer luego de que el padre de una alumna compartiera las fotografías en redes sociales. Además, dijo que tuvo que pedir un asador para su hija, quien, en verdad, lo necesitaba para cumplir con su tarea, pues tenía que llevarlo al día siguiente a la escuela.
Por supuesto, las imágenes le han dado vuelta al internet y se han vuelto virales, pues se trata de una actividad poco usual en el ámbito académico, al menos como actividad escolar, pues a menudo se preparan carnitas asadas pero para celebrar un fin de ciclo.
Las carnes asadas en el norte de México son todo un baluarte, por lo que es un gran pretexto para dar lecciones sobre procesamiento de alimentos y salud a los más jóvenes, quienes podrían, incluso, revolucionar el arte de hacer la carnita cada fin de semana. Ahora solo cabe esperar innovación y nuevos sabores; será cuestión de un par de generaciones, estamos seguros.