Dan Hill vive en Utah y decidió ir a nadar al gimnasio, ya que en este aseguraban mantenerlo abierto las 24 horas del día, para aquellos que ponen como pretexto el horario, pero al parecer esta publicidad es engañosa.
Luego de salir de la piscina se dio cuenta de que no había nadie más, así que recorrió las salas y no encontró ni a los empleados. Al llegar a la puerta principal, estaba cerrada.
Ante tal situación decidió llamar a los dueños del gimnasio, ya que pensó que si forzaba la puerta y alguien lo veía pensarían que estaba robando y se metería en problemas con la policía.
También le llamó a su esposa para contarle lo sucedido, y el consejo de ella fue que “encontrara un lugar cómodo para dormir”. Ambos lo tomaron con humor, por lo que en lugar de dormirse Dan aprovechó para tomarse algunas fotografías y compartir su aventura en Facebook.
Estoy literalmente encerrado dentro de un gimnasio de 24 horas. Cerraron las puertas y se fueron a casa mientras yo estaba nadando en la piscina. ¿No sugiere el nombre que permanezca abierto las 24 horas? Estoy caminando por ahí tratando de averiguar cómo salir. Llamé a Sandy. Me dijeron que me llamarían de vuelta. Llamé a mi esposa, ella dijo que encontrara un lugar cómodo para dormir.
-Dan Hill
Algunos policías llegaron al lugar y lo ayudaron a salir, en lo que resulta una extraña historia. Lo bueno es que no se estaba ahogando mientras nadaba, de lo contrario nadie se hubiera dado cuenta.
Dan lo tomó con buen humor y afirmó que su intención al compartir su publicación no era la de hablar mal del gimnasio, al que por cierto sigue acudiendo, sino simplemente mostrar el gracioso momento que vivió.
Al final todo quedó en la mera anécdota, aunque la empresa sí debe revisar su publicidad y definir si es que realmente estarán abiertos todo el tiempo.