El primero de enero entró una ley que favorece bastante al estado de California, en los Estados Unidos, y es que el canabis medicinal y para recreación ya es legal en ese estado.
Así es, desde el primer día del mes, adultos que cumplen con la mayoría de edad (21 años en todo EE. UU.) podrán tener en posesión 28 gramos de la droga, y crecer al menos 6 tipos de plantas de mariguana en sus hogares.
Los californianos votaron a favor de la Proposición 64 para legalizar el canabis que, por cierto, tuvo el voto presidencial, lo que rápidamente hizo que el proyecto se convirtiera en realidad.
La venta de la droga comenzó a las 6 de la mañana (tiempo local) en tiendas que obtuvieron una licencia de venta temporal para uso de adultos, expedido por la Oficina de Control de Cannabis del Estado. Se espera que se emitan más licencias en los próximos meses.
De acuerdo al vicegobernador de California, Gavin Newsom, “Este fue otro hito en los esfuerzos aprobados por los votantes de California para ser más inteligentes y más eficaces en función de los costos para prevenir la delincuencia real”. Además, añadió que es momento de terminar con el mercado negro y el narcotráfico de una vez por todas.
El estado de California es el más poblado del país y sigue la despenalización de la marihuana medicinal desde 1996.
El Times de LA reportó que a media noche muchos usuarios se juntaron a brindar con porros en vez de champaña, mostrando que el suceso era algo más que esperado, algo que puede ayudar a muchas personas no solo como algo recreacional, sino como cura a sus múltiples malestares.
Y aunque existen muchas personas que se oponen a esta decisión, la realidad es que cada vez más son los países que están legalizando el canabis en usos medicinales, como Grecia, República Checa, Finlandia, Holanda, Portugal y España.
Y un informe preliminar sobre el cannabidiol (CBD) realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) el año pasado afirmó que la propiedad relajante del cannabis utilizado en la marihuana medicinal no debería ser una droga programada.
Como parte del informe, sus autores afirmaron que el CDB no está “asociado con el potencial de abuso” y no conduce a la dependencia física.
Así que ahí lo tienen, enhorabuena para los habitantes de California, mientras otros países siguen en la espera de poder gozar este privilegio que más que daño podría ser algo bueno para la sociedad.