Durante 25 años de matrimonio con Denise, Thomas Rossi nunca vio a un consejero matrimonial; nunca se alejó y nunca dudó de tener una relación tan cercana, incluso hasta para compartir el cepillo de dientes, como él mismo ha dicho.
Pero de pronto, Denise decidió pedirle el divorcio, y que este fuera ¡rápido!
Denise Rossi no dijo nada a nadie sobre los motivos de su divorcio, y aunque esto le resultó muy extraño a Thomas, aceptó divorciarse.
Dos años más tarde, al recibir una carta, ya en su nuevo departamento en Los Ángeles, descubrió, con sorpresa, toda la verdad: ¡Denise había ganado la lotería y tan solo 11 días después de saberlo se divorció!
Al no haber declarado, durante el juicio de divorcio, que había ganado 1.3 millones de dólares, y tras los señalamientos de este engaño por parte de Thomas, un juez de familia de Los Ángeles dictaminó que había violado las leyes de divulgación de activos estatales y ahora le otorgó los premios de lotería a su exmarido. ¡Cada centavo!
El juez del Tribunal Superior de California, Richard Denner, determinó que se trata de un fraude o de un “acto con malicia”. Esto, después de que la misma Denise declarara que ocultó sus ganancias porque no quería que su ahora exmarido “pusiera las manos en ellas”.
Esto abrirá una nueva serie de procedimientos legales, pues el abogado de Denise ha asegurado que apelarán la decisión, ya que el Juez fue “muy duro”. Por su parte, el abogado del ahora millonario manifestó que “la moraleja de esta historia es que es mejor ser honesto desde un inicio”.