El vínculo que se establece entre un ser humano y un perrito puede ser incluso más fuerte que con otro humano. Tal parece que estas dos especies están hechas para estar unidas porque juntos viven momentos inolvidables, pero eso también tiene un inconveniente: al momento de separarse se sufre un dolor muy intenso.
Jesús Villelas Rivera vivió grandes momentos con Mace, su perro, hasta que la enfermedad lo obligó a llevarlo al veterinario para que lo durmiera de forma definitiva. Antes de verlo partir, decidió llevarlo a dar un último paseo juntos para que su compañero se fuera contento y él se pudiera quedar con más calma en este triste adiós.
Mace disfrutaba mucho subir a la parte trasera de la camioneta de Jesús para que este lo llevara a recorrer las calles. Solo bastaba con que este hombre abriera la puerta para que su compañero peludo saltara a la camioneta y se dispusiera a disfrutar del viaje, moviendo la cola y con una actitud de alegría que el humano veía con gusto a través del retrovisor.
Desafortunadamente, el perrito desarrolló un cáncer que mermó su agilidad. Además, le ocasionaba constantes malestares y agudos dolores, así que Jesús no tuvo más remedio que tomar una terrible decisión: llevarlo al veterinario para que lo durmiera y así dejarlo descansar. Para quien tiene un vínculo tan fuerte con un perrito, es un momento devastador.
Así como tantas veces, Jesús abrió la puerta de la parte trasera de su camioneta y ayudó a Mace a subir. Debió ser una mezcla de sentimientos, ya que lo veía feliz, pero también sabía que esta sería la última vez que harían un viaje juntos. A cada instante, este hombre besaba y abrazaba a su gran amigo, hasta que llegó el momento de llevarlo al veterinario y dejarlo descansar.
Con ese emotivo mensaje y algunas imágenes de su último paseo, Jesús le dijo adiós a su amigo peludo y aunque vivió un momento muy duro, sabemos que estará un poco más tranquilo porque pudo darle una bonita despedida a quien fue su compañero, el más leal y amoroso, simplemente “el Macermoso”.