Los malls, que por más de cinco décadas fuera el ícono de la prosperidad económica de Estados Unidos, hoy se enfrenta a varios problemas que podían desatar una crisis de los comercios físicos en dicho país y el resto del mundo.
El primer síntoma de este declive, según El Mundo, vino del cielo. Y no, no fue una señal mística; más bien fueron fotografías tomadas por satélites desde el mes de noviembre, en especial en el día de Acción de Gracias, Black Friday y épocas navideñas.
Estas fotografías y un subsecuente el análisis de las mismas revelaron una verdad: hay muy pocos coches en los estacionamientos de los malls, y esto puede ser o porque los americanos han decidido compartir vehículos, o en definitiva han dejado de ir a los centros comerciales y grandes superficies para hacer sus compras.
Quizá la respuesta más realista sea la segunda, pues desde la llegada de Amazon las ventas en físico han sufrido grandes pérdidas. Las personas hemos dejado de ir a una tienda a comprar electrónicos, libros, ropa e incluso alimentos y mejor decidimos hacerlo vía electrónica.
Son muchos los negocios que se ven afectados por esta crisis de los centros comerciales. Radioshark, por ejemplo, que el 10 de marzo declaró suspensión de pagos, ahora, para sobrevivir, tendrá que reestructurar su deuda.
Sears, que fuera una de las empresas más icónicas del consumismo americano, incluso llegó a tener en Chicago el edificio más alto del mundo; y durante 25 años, se ha declarado con fuertes problemas económicos como para continuar siendo un negocio viable.
Las estadísticas dan un máximo de 12 meses de vida a la empresa americana que en 1995 ocupaba el noveno lugar entre las más grandes en EU. La crisis de dicha tienda departamental y su posible extinción sugiere un problema para la industria de los centros comerciales, un cambio de paradigma en la forma en que los americanos consumen.
Ahora, las grandes superficies han caído vertiginosamente y lo seguirán haciendo, mientras que las personas prefieran comprar en sitios como Amazon, en donde puedes encontrar cualquier producto: desde un piano de cola hasta un kilo de naranjas.
El problema de los malls en América tiene que ver también con los impactos de la última recesión económica americana, cuando los estadounidenses empezaron a pensar dos veces antes de pasar sus tarjetas y comprar cualquier cosa. Los paradigmas de consumo han cambiado a lo largo del mundo, pues los jóvenes no compran automóviles o casas, sino prefieren ahorrar para viajar. En resumen; estamos creando sociedades que viven del viaje y no del consumo, como se había sustentado en el siglo pasado.
El problema de los malls también supone un conflicto de espacios, puesto que entre 1956 y 2005 se construyeron en territorio estadounidense más de 1,500 centros comerciales; y de acuerdo con la información presentada por El Mundo, hoy quedan tan sólo 1,000, y en diez años solo habrá 800. Esto significa que en 10 años habrá cerca de 900 centros comerciales abandonados en dicho país.
La solución que les queda a pequeños negocios, es lo que ya se ha ido haciendo en países donde vende Amazon: unirse a esta gran empresa, como proveedores de productos frescos o en un punto cercano al cliente. Esto representará para las empresas una gran parte de las ventas diarias, y para Amazon la posibilidad de mejorar los tiempos de entrega y la calidad de sus productos.
Lo cierto es que los malls están en declive, aquel lugar que significaba un hito en la vida americana, que se ve reproducido en miles de películas, la mayoría de ellas adolescentes, pues representaban un lugar donde los padres dejaban ir a sus hijos, al llegar la adolescencia, pues eran ideales para pasar el rato, ir al cine, comer, hacer compras, gastar dinero en un ambiente cerrado y con guardias en la puerta.
Ahora, las personas ya no quieren ir al mall.