Anthony Mayse, un niño de 9 años que vive en Forest City, en Carolina del Norte, Estados Unidos, se sintió profundamente insultado cuando un Santa bastante cruel le dijo que dejara las hamburguesas y las papas fritas. Es por ello que la mamá de este pobre niño pidió que el Santa nutricional fuera despedido.
Según la mamá, el niño se sentó en las piernas del barbudo panzón y le pidió un dron y un iPod. Acto seguido, el Santa malo le dijo: “deja las hamburguesas y las papas fritas”.
“Eso realmente hizo que me sintiera insultado, y me sentí terrible, cuando salí empecé a llorar”, dijo el pequeño.
El niño y su madre se sintieron muy desilusionados por la actitud de Santa.
“Él parecía actuar como si solamente estuviera ahí por el trabajo, fue muy grosero, nunca había visto algo así. Me enfureció fue ver a mi hijo llorar”.
El niño relató que el comentario de Santa Claus le afectó tanto que en la noche seguía llorando.
“Estuve llorando hasta que me dormí, quiero decirle a él: ‘no debes faltarle al respeto a un niño de 9 años, no importa qué forma o tamaño tengas, eso no importa'”.
Finalmente, luego de disculparse públicamente, el Santa Claus que le arruinó el apetito al niño de 9 años, haciéndolo sentir culpable y avergonzado de su cuerpo, renunció unas horas después.
“El sábado 3 de diciembre, el individuo que representaba a Santa Claus en el centro comercial de Forest City, se lamentó por lo sucedido, se disculpó con los padres y los niños del pueblo”.