Para evitar un contagio masivo de coronavirus en su país, el gobierno del presidente Vladimir Putin está tomando medidas muy drásticas.
Se sabe que hay resistencia por parte de los ciudadanos en el mundo a permanecer en cuarentena en sus casas, así que en Rusia decidieron detener a quien ande por la calle y ahora no solo permanecerá encerrado unas semanas, sino 5 años y en la cárcel.
Pero no todo son medidas de castigo, aunque a decir verdad es un tema de conciencia social y ningún gobierno debería tener la necesidad de aplicar este tipo de medidas, pero en fin.
Tal y como sucedió en China, donde construyeron un hospital en solo unos días, el gobierno ruso también anunció que hará lo propio y el Departamento de Obras Públicas de Moscú afirmó que ya comenzaron las obras.
Se trata de un nosocomio con capacidad para 500 pacientes que tendrán su cama conectada a un respirador. Se ubicará en una extensión de 43 hectáreas a 50 kilómetros del centro de la capital de Rusia.
No solo se tratará de un centro de atención como cualquiera, sino que será de especialidades, con zonas de reanimación, áreas especiales para niños y quirófanos.
Se invertirán poco más de 116 millones de dólares en la construcción del edificio así como de las vías de comunicación que le permitan una conexión adecuada, y la expectativa es construirlo en un tiempo récord.
A pesar de que se encontrará cerca de una zona de viviendas, la autoridades aseguran que esto no implica ningún riesgo para la población.
A quienes estén infectados por el coronavirus y salgan a la calle, y esto derive en la infección y muerte de otra persona, es a quienes se les aplicarán los 5 años de cárcel.
Rusia ha sido de los primeros países en aplicar medidas drásticas ante la pandemia, como el cierre de fronteras y limitar vuelos, y ahora parece que seguirá endureciendo sus acciones.
Vale más quedarse un par de semanas en la comodidad de la casa que pasarse cinco años en una fría prisión rusa, ¿o no?