Si fueran otras las circunstancias estaríamos hablando de un auténtico héroe, porque David Wayne Oliver, quien vive en Colorado Springs, Estados Unidos, salió a la calle y empezó a lanzar billetes entre los transeúntes.
Lo malo de todo esto es que previamente entró al banco, pero no para retirar el dinero de su cuenta, sino para robarlo a punta de pistola.
David entró a la sucursal bancaria y amagó con una pistola al cajero, así que le entregaron los billetes, en una cantidad que no se ha especificado, pero lo suficiente como para hacer una buena obra después de la mala.
No se sabe si le remordió la conciencia por atracar el banco o si quería convertirse en Santa Claus (su aspecto ya le ayuda bastante), pero la cosa es que mientras caminaba por las calles iba lanzando su botín.
Posteriormente llegó hasta un café donde se sentó tranquilamente, y a decir de algunos testigos de esta escena, parecía que estaba esperando a que llegara la policía, y así fue.
Las personas que habían visto lo sucedido decidieron ayudar al banco y a las autoridades, así que comenzaron a recoger los billetes para regresarlos. En cuanto al ladrón no se sabe todavía qué lo impulsó a realizar esa acción, Tal vez el espíritu navideño se lo pidió.
A pesar de que quiso hacer una buena acción con ese dinero, seguramente ni la Corte ni el propio espíritu lo van a salvar de pasar varias navidades en prisión.