¡Ah, un hombre de letras! Esto es lo que seguramente exclamó el juez que dictó la sentencia de Alan Slattery, un hombre de 67 años que robó un banco e intentó robar otros dos por medio de notas amenazantes que entregaba a los cajeros de las sucursales.
El jubilado atracó tres bancos ingleses a través de notas manuscritas en las que pedía a los cajeros que le entregaran el dinero si no querían averiguar lo que llevaba encima. Sin embargo, solo uno de los tres cajeros sucumbió ante la amenaza y le entregó 2400 libras. Otro lo confrontó y el veterano salió del banco, mientras que la otra cajera no le entendió a su letra, por lo que el anciano tuvo que retirarse con las manos vacías.
El 18 de marzo de este año a las 10:45 a.m., Slattery llegó al banco Nationwide Building Society, en Terminus Road, Eastbourne, con una nota amenazadora pidiendo que se le diera todo el dinero que tenían disponible. Sin embargo, la cajera no pudo entender la letra del papel y el hombre salió de ahí sin nada de dinero. Más tarde, el personal logró descifrar la nota y dieron aviso a las autoridades. La nota decía:
Su pantalla no detendrá lo que tengo, solo entregue los números 10 y 20. Piense en los otros clientes.
La policía recogió la nota y los videos de la señal cerrada de las cámaras de seguridad esperando encontrar más pistas sobre este curioso asaltante. Pero tuvo que pasar poco menos de una semana para volver a tener noticias de él, cuando llegó a otra sucursal del Nationwide Building Society en la que sí obtuvo un botín de 2400 libras. Así lo informa el portal de la policía de Sussex:
Alrededor de las 2:50 p.m. del 26 de marzo, Slattery ingresó a la sucursal de Nationwide Building Society en London Road, St. Leonards. Le entregó una nota amenazadora a la cajera que, temiendo por su seguridad, le entregó 2400 libras en efectivo. Slattery no dijo nada, pero se fue con el dinero.
La policía recibió la notificación del banco y se pusieron en marcha, pero el 1 de abril recibieron otro reporte del banco de NatWest, en Havelock Road, Hastings, donde Slattery había amenazado a uno de sus cajeros con un papel, pero el empleado lo había confrontado, por lo que el asaltante había salido huyendo del local.
Para entonces ya tenían identificado a Slattery, pues en su segundo atraco lograron captarlo subiendo al transporte público, por lo que pidieron ayuda a la compañía de autobuses para identificar la credencial de ladrón y pronto tuvieron toda la información que necesitaban para aprehenderlo.
Después de esto, la policía visitó su dirección y encontraron a Slattery caminando por el vecindario. Lo arrestaron y revisaron su domicilio, donde encontraron el papel adhesivo que había usado para amenazar a los cajeros y también un abrigo que correspondía a la ropa con que aparecía en uno de los videos de seguridad. Ahora Slattery se declaró culpable de los tres delitos, por lo que recibió una condena de seis años, cuatro de cárcel y dos años de encierro preventivo. Todo por no haber practicado en su cuaderno de doble raya las bolitas y los palitos.