Desde la llegada del Internet a nuestras vidas, también comenzaron a multiplicarse los retos virales que atentan contra la seguridad y hasta la supervivencia de niños y jóvenes. Tal es el caso de desafíos como la ballena azul, el juego de la asfixia o, el más reciente, el juego de las escondidas, que consiste en desaparecer mínimo 48 horas para volverse viral.
La policía cibernética de diferentes estados de la república lanzaron un comunicado que advierte sobre el regreso de este “juego”, que ya había sido popular el año pasado, pues incita a los adolescentes a escapar de su hogar y pretender que están desaparecidos hasta que logren uno de estos cometidos: aparecer en medios de comunicación, familiares y amigos publiquen en redes sobre su búsqueda o levanten su ficha de búsqueda.
#Infografía📌| Alertan reto desaparecer 48 horas.⚠️Asociaciones de padres de familia temen que se replique, llaman a estar atentos de los móviles de sus hijos.🚨 #Tabasco https://t.co/5c3zZAIGMH pic.twitter.com/LuO53voN68
— Tabasco HOY (@TabascoHOY) March 30, 2023
Si ninguna de esas condiciones se cumple, los participantes no pueden contactar a sus padres o a las autoridades para avisar que se encuentran a salvo. El objetivo final del desafío es viralizar el caso para que más jóvenes se interesen en alcanzar la “fama” imaginaria que ofrece la dinámica.
Muchos medios afirman que el reto salió de TikTok, pero no se ha podido comprobar que esto sea cierto. Por otra parte, la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de México (COBUPEM) salió a desmentir que existan reportes de desaparición vinculadas al “juego”.
De cualquier forma, las autoridades de cada estado han tomado las medidas necesarias para difundir la información y evitar posibles desapariciones falsas, pues no es la primera vez que retos virales escalan a escenarios funestos.
Tal es el caso del reto clonazepam, que se viralizó entre los meses de enero y febrero de este año y consistía en ingerir pastillas de efecto tranquilizante para luchar contra el cansancio. De este desafío derivó la intoxicación de 15 menores de Guanajuato, México, quienes decidieron ver quién era el último en dormir.