Es importante reconocer y conservar el pasado para no cometer los mismos errores en el futuro; pero en su intento por darle nueva vida a una estatua policromada en España, una profesora arruinó la escultura y los daños podrían ser irreparables.
El municipio de Estella en la provincia de Navarra cuenta con algunas joyas patrimoniales como una estatua de San Jorge que data del siglo XVI; esta obra fue sometida a un trabajo de restauración sin el permiso de las autoridades locales y solo sirvió para indignar a la población española.
La estatua está ubicada en la iglesia de San Miguel de Estella y muestra al santo patrono en armadura y montado a caballo en plena contienda contra un dragón. Los administradores de la capilla creyeron que sería prudente restaurar esta antigua pieza y le hicieron el encargo a una profesora de manualidades.
Pero mientras se hacía la restauración, el público se dio cuenta a través de la denuncia de la empresa ArtUs en redes sociales, que la profesora usaba colores uniformes en la escultura sacra, especialmente en el rostro del santo.
De inmediato se dio aviso a profesionales expertos que acudieron y calificaron como “desatroso” al trabajo de restauración. A la izquierda se ve cómo quedó y a la derecha cómo era la estatua original.
Según la Asociación de Conservadores y Restauradores de España (ACRE), esto fue la gota que derramó el vaso y compararon el trabajo con la fallida restauración de la pintura Ecce Homo. Igual que en ese caso, nadie pidió permiso ni dio aviso a ninguna autoridad de que se iba a hacer una intervención al patrimonio cultural de España.
Fernando Carrera Ramírez, pressidente local de la ACRE, dijo que resulta indignante que, siendo el 2018 el Año Europeo del Patrimonio Cultural, existan todavía estos casos de restauraciones no autorizadas y que son llevadas a cabo por gente que carece de la pericia profesional necesaria.
Después del caso Ecce Homo se establecieron medidas regulatorias para evitar otras tragedias patrimoniales. Pero al parecer las 17 legislaciones de patrimonio no fueron suficientes para que la escultura del santo fuera arruinada.
Según Carrera hay dos principios básicos en la restauración: que se pueda eliminar todo lo que se le haga a una pieza y que haya una mínima intervención por parte del restaurador. El tratamiento que recibió el San Jorge podría ser irreversible pues lijaron las capas originales de pintura y lo convirtieron de un matadragones a un niño de cara rosada.
La ACRE, y la sociedad espeñola en general, dijeron basta a las restauraciones improvizadas y no supervisadas por las instituciones correspondientes. Ahora la asociación presentará una queja a la Fiscalía de Navarra y solicitará una valoración de los daños por parte de un equipo de profesionales calificados, pues esta “restauración” podría ser una infracción administrativa y hasta un delito penado.
Al menos el trabajo de restauración no se hizo por completo y fue detenido con la autoridad del Departamento de Cultura del Gobierno de Navarra. Pero lo hecho, hecho está, y este desastre podría ser irreparable.
Este es un video del Diario de Navarra, donde se aprecia el desastroso trabajo de restauración y la incómoda reacción de los pobladores españoles: