A lo largo de la historia del mundo miles de especies han desaparecido, algunas sin que el ser humano haya tenido contacto con ellas y, por desgracia, otras, precisamente porque las hemos cazado, destruido su hábitat y desaparecido del planeta.
En 1936 se extinguió el tigre de Tasmania, uno de los pocos marsupiales carnívoros que se han conocido. Además, era una de las raras especies que se podían encontrar en esa isla australiana. Se trata de un animalito que parecía una mezcla entre perro, tigre y canguro, aunque al menos con los dos primeros no tiene relación alguna. Desafortunadamente, ya no lo pudimos conocer en vivo, pero al menos lo haremos a través de fotos y video.
Este animal era conocido como lobo de Tasmania, tilacino o tilacín y apareció en el planeta desde el período Holoceno. Tenía marsupio, es decir, una “bolsa” en el vientre donde cargaba a sus crías, como los canguros. Sin embargo, su apariencia era más cercana a la de un perro, con algunas rayas similares a las de los tigres. Una extraña combinación.
Después de 1936 se dio aviso de avistamientos de esta especie, pero ninguno se confirmó, por lo que se considera extinta. Benjamin fue el último ejemplar que fue visto y se mantenía en cautiverio. Un naturalista logró grabar un breve filme en 1933 con imágenes de este animal y ahora esa ha sido la base para rehabilitar las imágenes y darles un poco de color para ver al tigre de Tasmania en todo su esplendor.
El Archivo Nacional de Australia recuperó el video grabado en diciembre de 1933 y Composite Films usó alta tecnología para colorear las imágenes en las que se ve a Benjamin caminar, olfatear y bostezar en el zoológico en el que vivió hasta el 7 de septiembre de 1936, hace 85 años, lo que marcó el final de su especie.
Estoy muy feliz y orgulloso de rendirle tributo al tigre de Tasmania en este día especial. Espero que el proyecto pueda ayudar para comunicar y concientizar sobre las plantas y animales que están en riesgo de extinción.
-Samuel François-Steininge, especialista restaurador del video
Por una parte, es increíble que a través de la tecnología veamos a este animalito que se extinguió hace tanto tiempo, pero también es triste saber que por la caza desmedida y acabar con su hábitat, el hombre fue el responsable de que el tigre de Tasmania desapareciera de nuestro planeta, como tantas otras especies. Ojalá hagamos conciencia y tomemos medidas para proteger a cientos de animales que están en peligro de desaparecer.