A causa de la pandemia por el Covid-19 muchas personas han perdido su trabajo debido a las órdenes de quedarse en casa y cerrar negocios que no sean de primera necesidad. Quizás uno de los gremios más afectados es el de los meseros y bartenders pues, aparte de sus sueldos, las propinas representan gran parte de sus ingresos.
Es por ello que la dueña de un bar en Tybee Island, Georgia, Estados Unidos, se puso a quitar los dólares que decoraban las paredes de su bar para ayudar a su personal, a quienes tuvo que despedir porque ya no había trabajo.
Por más de 15 años la dueña del Sand Bar, Jennifer Knox, había decorado su negocio con billetes de todas partes del mundo, la mayoría dólares, con mensajes de sus clientes satisfechos. Era tanto el dinero que colgaba en sus paredes que representaba una gran fortuna, aunque ella nunca lo vio como dinero sino como las muestras de cariño de las personas hacia su establecimiento.
Sin embargo, ante la contingencia internacional se vio en la necesidad de cerrar su negocio y despedir a sus trabajadores, por quienes siempre se ha preocupado mucho. A pesar de liquidarlos ella quería ayudarlos aún más, y al estar en su bar y ver las paredes la respuesta le llegó de inmediato.
Ayudada de cinco voluntarios limpió las paredes para recuperar el dinero, tarea que no fue nada fácil puesto que tenían que hacerlo con cuidado para no dañar los billetes.
Tras tres días y medio de realizar este trabajo, Knox contó el dinero y fue un total de 3,714 dólares. pero esto no fue todo porque cuando su historia se viralizó logró juntar otros 400 dólares en donaciones, juntando 4,104 dólares. Este dinero lo repartió entre sus empleados: cuatro bartenders y 2 músicos, poco más de 600 dólares entre cada uno.
En una ciudad de playa como lo es Tybee Island, gran parte de su economía se basa en el turismo; sin embargo, con las órdenes de quedarse en casa, muchos negocios, incluido el Sand Bar, se quedaron sin la oportunidad de aprovechar la temporada alta.
Mientras Jennifer Knox teme por el futuro de su bar, la preocupación se extiende hacia sus trabajadores; es por ello que, después de quitar y entregar el dinero, sigue haciendo un trabajo de recolección de donaciones para distribuirlos entre bartenders y meseros de la isla que se han quedado sin trabajo.
Knox dice que el Sand Bar volverá a abrir las puertas a turistas y locales para brindarles el mismo servicio de siempre, incluso está pensando en otra forma para que los clientes dejen su marca en las nuevas paredes que han quedado libres de billetes.