Según oficiales del Pentágono, Rusia ha completado exitosamente varias pruebas de misiles anti-satélites que podría desactivar las comunicaciones militares y la red de navegación de los Estados Unidos.
La prueba fue el tercer lanzamiento exitoso del misil PL-19 Nudol, y según un reporte de Business Insider, esos mismos oficiales del Pentágono creen que la excesiva dependencia de satélites y redes de comunicación, sumado a la falta de armas similares anti-satélite, hacen de los Estados Unidos un blanco fácil en el espacio.
Expertos dicen que esto debería ser una llamada de atención para proteger la infraestructura espacial de los Estados Unidos. Aunque Rusia afirma que los misiles Nudol tienen como objetivo ser usados defensivamente contra armas enemigas que se dirijan a Rusia, el Pentágono asegura que son un arma específica para atacar satélites.
Los oficiales de inteligencia de los Estados Unidos estiman que con un docena de dichos misiles solamente, se podría acabar con todas las comunicaciones militares, las cuales dependen de la red para navegación y comunicación con propósitos de inteligencia.
“Potencialmente, podría resultar en una derrota en el caso de un conflicto de intereses importante. La pérdida completa de la red de GPS, o su seria degradación, eliminaría la efectividad de todos los misiles de largo alcance convencionales, y degradaría el funcionamiento de muchas de nuestras armas guiadas”, dijo el ex encargado de políticas estratégicas del Pentágono, Mark Schneider.
Aunque los Estados Unidos han dado pasos hacia una dependencia menor del GPS, la milicia Rusa también planea desarrollar sistemas de misiles terrestres. En el frente ofensivo, el Pentágono probablemente no divulgará las capacidades anti-satelitales de los EE. UU., pero al parecer el programa de láseres anti-satélites fue cancelado hace años, al igual que otros programas anti-satélite que se han desmantelado desde finales de los años 80.
Mientras tanto, más allá de la prueba de los Nudol, Rusia y China al parecer están desarrollando otras armas orbitales como los láseres anti-satélite y satélites pequeños capaces de atacar la infraestructura espacial de los Estados Unidos.