Después de cinco largas noches, los astrónomos que trabajan en el proyecto ‘Event Horizon Telescope’ piensan que podrían haber capturado la primera imagen real de un agujero negro.
Por el momento se están revisando los datos obtenidos por el gran telescopio, y se analizan en Estados Unidos y Alemania por un grupo de astrónomos y supercomputadoras que darán fe y legalidad a la supuesta fotografía del agujero negro, la cual aún no se sabe cuándo se dará a conocer.
Esto se logró gracias a excitaciones magnéticas llamadas magnones, que en un sistema sometido a corrientes eléctricas se comportan de la misma manera que la luz en torno a un agujero negro. Uno de los miembros del equipo en esta misión fue Heino Falcke, de la Universidad Radboud, quien dijo:
“Incluso si las primeras imágenes siguen siendo malas y borrosas, pueden probar por primera vez algunas predicciones básicas de la teoría de la gravedad de Einstein en el ambiente extremo de un agujero negro. La imagen convertirá los agujeros negros de algún objeto mítico en algo concreto que podamos estudiar”.
Aunque las técnicas utilizadas por el telescopio Event Horizon son relativamente antiguas, el tamaño y la escala de esta misión en particular son simplemente monumentales.
El telescopio es muy preciso, puede contar las puntadas en una pelota de béisbol a 8.000 millas de distancia.
El proyecto observó durante estas cinco noches el cielo por medio de una red telescópica alrededor del mundo, que finalmente concluyó con el instalado en Atacama, Chile, cuyas 66 antenas multiplicaban por 10 la agudeza del EHT.
La coordinación en la observación requirió bastos esfuerzos, pues los distintos telescopios cubrían Estados Unidos, México, Hawái y el Polo Sur.
Todo se cordinó desde el Haystack Observatory, del Instituto de Massachusetts, en Estados Unidos donde, además, se recibirán los datos de los 1,024 discos duros.
El trabajo de análisis podría durar meses, por lo que no existe una fecha estimada para la publicación de resultados, y los discos duros deben ser entregados en físico a las agencias pertinentes.
Y, debido al invierno en el Polo Sur, los de este observatorio no podrán ser enviados hasta octubre, por lo que es mejor que esperemos sentados.