Esta es una de esas historias que parecen sacadas de una película, en la que gente por la que nadie apostaría un centavo logra realizar una hazaña maravillosa.
Este es el caso de Carl Snyder, Dyjuan Tatro y Carlos Polanco, tres reos de la Correccional Este de Nueva York para crímenes violentos; un penal de máxima seguridad.
Estos 3 presos están dentro del programa Iniciativa de la Prisión, un programa dirigido por el Bard College para proporcionar educación universitaria a los presos elegibles, por lo que se organizaron como un equipo de debate, solo que el rival invitado fue el Harvard College Debating Union.
Así es, el equipo de la prestigiada Universidad de Harvard, que ganó el Campeonato Mundial en 2014 y el Nacional este año, fue su rival
Los presos enfrentaban grandes desafíos para prepararse, incluyendo la falta de acceso a Internet y la aprobación de la administración penitenciaria para que les otorgaran los materiales necesarios, lo cual retrasaría su acceso a la información.
Sin embargo, afrontaron el reto y prepararon su tema: “Las escuelas públicas en Estados Unidos deben tener la capacidad de negarle la inscripción a los estudiantes indocumentados”… Y es que en los debates es común que a los equipos les asignen defender un tema con el que no estén para nada de acuerdo…
La Juez Mary Nugent, que lideró un panel de jueces del debate, dijo que el equipo de Bard hizo un fuerte caso de que las escuelas a las que asistían muchos niños indocumentados estaban fallando tan mal, que los estudiantes simplemente estaban siendo almacenados.
El equipo de la prisión propuso que si estas escuelas, a las que ellos llamaron “fábricas de deserción”, tienen aulas hacinadas y no cuentan con los fondos necesarios para darles educación, entonces podían negar la admisión a estos niños.
La juez Nugent dijo que los integrantes del equipo de Harvard no respondieron a las partes de ese argumento de los presos, aunque ambas partes hicieron un trabajo excelente.
Los miembros de Harvard dijeron que estaban impresionados por la preparación de los presos y las líneas inesperadas de sus argumentos. “Ellos nos tomaron por sorpresa”, dijo Anais Carell, un joven de 20 años de edad, de Chicago.
“Si ganamos, un montón de gente preguntará qué es lo que está pasando aquí”, dijo Alex Hall, de 31 años de edad y de Manhattan, condenado por homicidio involuntario.
“Puede que no seamos naturalmente dotados, pero trabajamos muy arduamente”. Carlos Polanco dijo que a él nunca le hubiera gustado evitar que un niño asistiera a la escuela, pero que estaba agradecido por la oportunidad de asistir al Bard College en la cárcel.
“Hemos sido honrados con esta oportunidad”, dijo Polanco, de 31 años, quien se encuentra en prisión por homicidio involuntario. “Ellos nos hacen creer en nosotros mismos”.
“Tres miembros de la HCDU tuvieron el privilegio de competir contra los miembros del programa de debate de la Iniciativa de la Prisión del Bard College. No hay otro equipo con el que nos hayamos sentido tan orgullosos de perder que con el equipo extraordinariamente inteligente y articulado que enfrentamos este fin de semana, y estamos muy agradecidos con el Bard College y el Eastern New York Correctional Facility por el trabajo que hacen y por organizar este evento”.
– Harvard
Sin duda que la educación permite cambios en las personas, y este solo es un ejemplo de cómo se pueden implementar programas que realmente permitan la reinserción social a través de algo básico: regresar a las personas la capacidad de creer en ellos mismos, la confianza y la fuerza para andar por caminos diferentes al de la delincuencia.
Tod esto se refleja en un dato: menos del 2% de los reos que han entrado a este programa de Bard ha vuelto a delinquir y a ser encarcelado, mientras que en el resto de los penales de Nueva York, el promedio es que un 40% regrese a prisión antes de 3 años.