Uno de los principales productos que las personas empezaron a comprar en grandes cantidades desde que inició la pandemia por coronavirus fue el papel higiénico aunque no entendíamos muy bien por qué, hasta ahora. Parece que nos quedaremos sin él por un tiempo, ya que hay escasez de la materia prima para producirlo debido a la falta de transporte y contenedores durante la contingencia. No sabemos cómo reaccionará el mundo ante esta “nueva crisis”.
Para fabricar papel higiénico se requiere pulpa de madera “dura”, y la mayor parte la provee Suzano, una empresa brasileña. Sin embargo, Walter Shalka, su director ejecutivo, dice que los envíos de esta materia prima se han reducido de forma significativa, lo que hace pensar que habrá una escasez de papel higiénico en los supermercados y, por ende, en los baños del mundo.
Desde hace meses faltan contenedores marítimos en varias zonas del mundo, principalmente en China, lo que ha retrasado el envío de la pulpa de madera, pues no hay forma de transportarla y tampoco hay espacio para guardarla, lo que deja sin la materia prima a los productores de rollos de papel higiénico. De seguir así, en unos meses estaríamos ante un grave problema, donde el terrible grito de “¡No hay papel!” será común en todas partes.
Con el aumento en la demanda de barcos que transportan contenedores de acero, la presión ha comenzado a extenderse y amenaza con retrasar los envíos de la compañía. La gran demanda mundial por las compras de pánico de los consumidores podría generar que los problemas de envío se conviertan en una bola de nieve. Si la contracción continúa aumentando los costos de flete, también aumenta el espectro de una inflación acelerada.
-Walter Shalka
Obviamente, se espera un aumento considerable en el precio del papel higiénico y es casi seguro que se desatarán compras como las que vimos el año pasado durante las etapas más difíciles de la pandemia, con la diferencia de que en esta ocasión no se tendrá lo suficiente para satisfacer la demanda, lo que nos pone ante un escenario complicado, que desafortunadamente se extenderá a otras áreas de la producción.
Al no tener los medios de transporte y contenedores suficientes, también se prevé el desabasto de productos agrícolas, ya que hay retraso en los tiempos de entrega, el costo del flete ha aumentado y los problemas para controlar el tráfico en los puertos causan estragos, lo que impacta en el abasto y, por supuesto, en el precio que tiene que pagar el consumidor. Estamos ante una posible crisis alimentaria y tampoco tendremos con qué limpiar el camino cuando lo poco que consumamos salga de nuestro organismo…