La tecnología es una herramienta que ha facilitado la vida del ser humano en muchos sentidos, pero no debemos dejar que un dispositivo o aplicación haga todo el trabajo, también debemos estar atentos a lo que sucede alrededor, de lo contrario, podemos terminar en un callejón sin salida. Literal.
Unos turistas conducían su automóvil por las calles de Taxco, Guerrero, un popular destino turístico en México, y decidieron activar el GPS para llegar al lugar que buscaban. Desafortunadamente, siguieron las indicaciones al pie de la letra y terminaron con el vehículo atorado en un estrecho callejón, lo que originó burlas y críticas porque en casos así, no basta con “culpar” al GPS.
Taxco es una ciudad colonial, con calles estrechas y callejones, por lo que la circulación de muchos vehículos es complicada, pero lo es más cuando solo sigues las indicaciones del GPS y no te fijas por dónde vas conduciendo en realidad.
Los turistas, originarios de Morelos, nunca habían estado en Taxco, por lo que recurrieron a la aplicación para llegar a su destino. Estos circulaban por el Barrio de Casahuates, pero por descuido, exceso de confianza o no sabemos qué, quedaron atorados en un callejón.
Los tripulantes de este automóvil dijeron que “todo fue culpa del GPS”, pero a través de Twitter, una usuaria identificada como Teresa Mendoza compartió las imágenes y lo que había sucedido, por lo que varios comentaron que no se puede culpar a la aplicación, sino al conductor, ya que él es el responsable.
Además, otros usuarios decían que seguro los turistas iban muy ebrios o de plano “están muy p*ndejos” como para no darse cuenta de que iban rumbo a un callejón, que además desemboca en unas escaleras y por el que era imposible que el vehículo continuara su marcha. Aunque esto fue bueno, porque si no, el coche hubiera rodado por las escaleras.
A todos nos ha pasado que el GPS no encuentra la ubicación exacta y nos lleva por otras calles, nos hace dar varias vueltas o, como en este caso, nos deja en un callejón, pero para eso es importante no solo encender la aplicación, sino también el sentido común.