Nadie está por encima de la ley y la autoridad no está por encima de la gente. Esto lo sabe bien este hombre, que como Laocoonte se enfrentó a las serpientes de la policía municipal de Cuautitlán Izcalli, México, para defender a los suyos, pues los elementos de seguridad se habían metido a la fila de los pollos rostizados.
El caso se hizo viral porque el hecho fue grabado con un celular. El conflicto empezó con un reclamo por parte del hombre, quien denunció que los policías no esperaron su turno para comprar el pollo y se metieron en la fila. Además, no solo lo dijo al aire, sino que se los comunicó a ellos, esperando que vuelvan al lugar oscuro del que salieron o, por lo menos, regresen a su puesto en la fila.
Claro que los policías, conocidos por su amable trato, tolerancia y capacidad de escucha hacia los civiles, reaccionaron de buena manera al reclamo del ciudadano, le pidieron disculpas inmediatamente y comentaron que todo fue una confusión, ya que ellos esperaban su turno desde su patrulla.
No porque traigan chaleco, o porque traigan acá. No es eso. Se forman. Nos formamos.
Aquí se quiebra el cristal de la fantasía con un macanazo, pues en realidad, al verse increpados, los policías se molestaron tanto que terminaron por reducir al hombre con un uso innecesario y excesivo de la fuerza. Además, aplicaron su clásico y venenoso sofisma al decir que el hombre se encuentra borracho, cosa que el afectado desmintió al instante.
Les presentamos a estas ‘manzanas podridas’ con uniforme. Detuvieron a un hombre por no dejarlos meterse a una fila para comprar un pollo rostizado. Ocurrió en Cuautitlán Izcalli, Edomex. Su hija lloraba espantada. #AhoraMás con @UrielEstradaTV pic.twitter.com/lFCtNP0L6N
— Ahora Más (@ahoramasoficial) September 26, 2022
En el video se puede ver cómo entre tres elementos le aplican un candado al hombre que solo les había dicho la verdad sobre su abuso de poder. Mientras tanto, como presagio de lo que seguramente pasaría en el torito, el pollo giraba en el horno, dorando su piel y soltando los jugos de su carne.
Al final, los gendarmes se llevaron al hombre arrestado bajo alegaciones de “faltas a la autoridad”, cosa que en ningún momento se ve en el video, pues, al contrario, aún atado y en contra del poder, este hombre se dirige con cordialidad a los policías.
Sin duda, este hombre se asemeja a Laocoonte en su capacidad de enfrentar al poder con serenidad, pero se parece a Prometeo en su esfuerzo por hacer llegar el pollo rostizado a quien pertenece.
Aunque para ser justos, en la cosmogonía azteca, este hombre sería un colibrí, un zorro, un tigre o un tlacuache, animales sagrados que roban el fuego a los dioses en nuestra mitología y que estarían más próximos a luchar contra el poder omnipotente representado por una gallina bien rostizadita, especie traída por los españoles.