Cumplir la mayoría de edad es, probablemente, uno de los sucesos más importantes de nuestra vida. En muchas partes de Latinoamérica y el mundo, 18 años es la edad legal para tomar decisiones importantes, como por qué candidato votar en elecciones políticas o qué cerveza vas a tomar en el bar. Entonces, no por nada, celebrar tu cumpleaños número 18 es un gran acontecimiento, digno de festejar a lo grande, pero no en una comisaría.
Eso fue justo lo que le sucedió al joven Paulo Rodrigo das Neves, de Nacao, en Brasil, quien en pleno festejo por su mayoría de edad, la policía acudió a su fiesta para arrestarlo por haber robado equipos de sonidos y partes de vehículos.
Al momento de revisar su identificación, los oficiales se dieron cuenta de que Paulo estaba festejando su cumpleaños número 18, por lo que no dejaron pasar el día y le organizaron una celebración dentro de la comisaría, con un pastel de cumpleaños, refrescos y hasta le cantaron el “Feliz Cumpleaños”.
El inusual momento fue captado por los policías, a quienes se les escucha decir: “No podemos dejar pasar una fecha como esta”, mientras que sus compañeros lo ayudan a preparar la mesa para el festejado. Por su parte, Paulo no parecía estar cómodo con la situación.
Los agentes sirvieron un poco de refresco al cumpleañero y le pidieron cortar el pastel mientras otro de los oficiales repartía las rebanadas entre los demás compañeros. Además, el ladrón le sirvió un trozo a su madre, que se encontraba en la penitenciaría presenciando el humillante momento.
Aunque suponemos que los oficiales intentaban darle una lección, o algo por el estilo, el video se viralizó y llegó hasta la Policía Militar de Brasil, que emitió un comunicado condenando el hecho, asegurando que realizarán una investigación y amenazaron con tomar medidas disciplinarias contra los agentes que participaron en este penoso video.
Probablemente, los policías estaban celebrando que un ladrón como Paulo responderá a sus delitos como adulto y no como menor de edad, ya que los menores reciben sentencias mínimas y muchos salen a las calles a robar de nuevo. Esperemos que les sirva de lección.