Los servicios de emergencia montaron una enorme operación de rescate que incluyó bomberos, ambulancias y botes salvavidas, luego de que un transeúnte pensó que un grupo de metaleros acampando estaban involucrados en un pacto suicida.
Según el diario The Guardian, tres alegres metaleros disfrutaban del aire libre con unas cervezas alrededor de una fogata en la isla Loch Leven, Perthshire, en Escocia, el domingo pasado por la noche, mientras sus hijos dormían en la tienda de acampar.
Repentinamente, los iluminaron las luces de los botes de la policía que se acercaron a toda velocidad, cruzando las aguas.
“Por alguna razón la policía había sido alertada de que estábamos en gran peligro y venían a rescatarnos”, dijo Panagiotis Filis, estudiante de la Universidad de Aberdeen y fundador de la cervecería Black Metal Brewery. “Realmente hicieron un gran trabajo rescatándonos… el único problema es que no necesitábamos ser rescatados”.
La policía rompió los cristales del carro de uno de los miembros del grupo, buscando una nota suicida. Cuando los entrevistaron les informaron que estaban preocupados por un posible secuestro.
El grupo fue trasladado a tierra firme donde había más de 20 vehículos de emergencia y unas 50 personas esperando por ellos. “La cantidad de recursos que desplegaron fue ridícula”, dijo Ross Anderson, ingeniero civil.
“Cuando llegamos a tierra había un policía que tenía cortadas en las manos luego de romper las ventanas de mi auto”, dijo.
David Henderson, un maestro de lenguas modernas y miembro de la banda de heavy metal Nyctopia, dijo: “nos hicieron sentir que habíamos hecho algo malo, pero simplemente estábamos acampando, tomando cerveza y escuchando música heavy metal“.
Dijo que pensó que el incidente había sucedido porque el grupo estaba vestido de negro y los niños tenían las caras pintadas del mismo color. “Porque andamos vestidos de negro y nos vemos como fans de heavy metal, la gente asume que somos peligrosos”, dijo.
Luego del suceso, el grupo que incluye dos niños de 10 años y uno de siete, además de un perro llamado Jazz, fue dejado en libertad. Un vocero de la policía de Escocia dijo: “nos llamaron porque había preocupación por la seguridad de un grupo de personas. Se hicieron las investigaciones y se encontraron bien y a salvo”.