Un gran número de perros muere a consecuencia de que muchos desconsiderados humanos los dejan encerrados en coches, con las ventanas cerradas y a altas temperaturas.
La mayoría ve esto y no hace nada al respecto; sin embargo, este oficial de policía sí hizo algo.
Un oficial de Ohio recibió la denuncia de que una mujer había encerrado a su perro en un Nissan, y cuando acudió al lugar decidió cambiar los roles para lidiar con la situación. ¿Qué hizo? Ordenó a la dama que entrara al coche a fin de que sintiera lo que el perro sentía.
Evidentemente, cuando ella hizo caso a la orden del policía, no disfrutó en absoluto estar en esa situación: no poder salir a respirar y tener que estar adentro con esa terrible temperatura.
Finalmente, la señora bajó de su vehículo y recibió solamente una amonestación, pero estamos seguro que la vergüenza de sentirse como un sabueso sudoroso será algo que nunca olvidará, y pensará dos veces en volverlo a hacer.
Afortunadamente, se informó que el perro está bien.