“El cliente es primero”, esta frase tal vez sea el slogan de muchas empresas de servicio, como restaurantes que buscan la comodidad de sus comensales, sobre todo ahora que estamos enfrentando la pandemia por coronavirus. El servicio a domicilio es muy común, y los repartidores intentan llevar los pedidos en tiempo y forma para ganarse una propina y tener al cliente contento, pero esto no siempre es posible.
Resulta que la policía terminó llevando un pedido de comida rápida a un cliente hambriento después de arrestar al conductor de la entrega. Oficiales en Reino Unido detuvieron al hombre en una calle residencial al notar que las llantas de su vehículo estaban gastadas, lisas y a punto de romperse, por lo que era muy peligroso seguir conduciendo ese vehículo.
No conforme con ser un peligro en carretera, el conductor dio detalles falsos, pues no contaba con seguro ni licencia de conducir así que, después del interrogatorio y lo sospechoso del asunto, lo oficiales decidieron hacer un registro a él y a su vehículo. Y por si esto no fuera poco, en el cateo encontraron que el acusado conducía bajo los efectos de alguna droga, por lo que finalmente fue arrestado.
La policía confiscó el auto, pero antes de abandonar el lugar se aseguraron de entregar el pedido que llevaba el repartidor: un delicioso kebab cuyo dueño estaba ansioso por degustar y que vivía a solo tres casas de donde fue detenido el conductor, así que nada les costaba hacer la buena obra.
El cliente probablemente se sorprendió al ver aparecer a un oficial en lugar del trabajador de comida rápida, pero esperamos que haya superado esa confusión al degustar su deliciosa comida. Vaya, la policía del Reino Unido sí que sabe cómo mantener a la sociedad protegida y bien alimentada.