No solo sirven para tomar fotos o videos desde las alturas o para jugar carreras a toda velocidad, los drones ahora también crean obras de arte.
Carlo Ratti Associati, una compañía italiana de diseño ha creado un dispositivo que se adapta a los drones, para hacer graffiti en lugares en los que los artistas no pueden llegar.
El responsable de este proyecto, Antonio Atripaldi, le ha dado el nombre de phygital graffiti, a esta nueva forma de combinar el arte y la tecnología actual, y parece que va por buen camino, pues los drones se encuentran por todas partes, y el arte urbano es ahora capaz de llegar a todos los rincones.
La empresa explica:
Phygital graffiti consiste en la idea de utilizar drones y la tecnología digital para crear obras artísticas públicas en las que puedan participar varias personas. Paint by Drone ofrece una nueva manera a los ciudadanos para interactuar con el ambiente. Nuestras ciudades están llenas de paredes en blanco. Este sistema permite que cada fachada sea un espacio de arte colaborativo. Se puede visualizar el latido de la metrópoli usando información en tiempo real.
Seguro pensarás que para lograr una buena pintura necesitarás un pulso extraordinario… Pero no, todo está en orden: un sistema central de control se encarga de dirigir cada movimiento del dron, incluido el vuelo, y todo en tiempo real, lo que garantiza una pintura excepcional, y no solo chispazos de pintura por aquí y por allá.
Todo se maneja a través de una app, que te permite tener el control en todo momento, así como el resto de quienes estén pintando contigo, para evitar accidentes o que la pintura no quede como se había diseñado.
Los drones deben medir un metro de diámetro para poder colgar la lata de pintura. Así, cada participante podrá pintar una parte del muro, y dar su propuesta, para lograr una obra colectiva; o bien, el que se sienta más capacitado, puede usar el sistema él solo y tener su graffiti.
Desde el punto de vista tecnológico lo más difícil ha sido desarrollar la capacidad de localización exacta. Tuvimos que desarrollar un software que controlase a varios drones en tiempo real y localizara de forma precisa la posición de cada uno. El margen de error es de 20 centímetros.
Con este sistema, agregan en Carlo Ratti, se logra una enorme precisión, tomando en cuenta que lo que se pinta son enormes edificios, por lo que un error de 20 centímetros es prácticamente nada.
En los próximos meses mejoraremos el sistema y así se podrá utilizar sobre casi cualquier superficie. Esto hará que el arte sea más fácil y seguro en las ciudades. Además se podría emplear en otras infraestructuras como autopistas, estaciones de trenes, puentes o viaductos.
Una de sus pruebas será a finales de año, donde ya se tienen autorizadas las pintas de enormes estructuras en Berlín y Turín.
Como en los procesos de impresión que se utilizan actualmente, los drones van equipados con la paleta de colores CMYK (que son las siglas de Cyan; Magenta; Yellow y Key), de la cual se derivan todas las combinaciones y tonos para crear la obra.
Este proceso, explican sus creadores, permite llegar a una ciudad y pintar una enorme estructura en cuestión de un par de horas, sin tener que montar andamios, esperar a que los artistas avancen en tramos cortos del muro, y claro, al finalizar, el artista terminará sin una sola mancha en su ropa…