Las emergencias y los antojos son cosas muy cercanas, pues para acabar con ambas cosas se necesitan acciones rápidas y veloces. Así lo ha confirmado un piloto canadiense que sacó su helicóptero para conseguir un pastel en Dairy Queen.
Al tener la bicicleta pinchada y el auto en el taller, el hombre de 34 años decidió viajar en helicóptero para conseguir un pastel que saciara su antojo y aterrizó en el centro de un pequeño pueblo de Canadá, donde levantó polvo y sacudió todo a su alrededor.
El 31 de julio de este año, los 3000 habitantes de Tisdale, Saskatchewan quedaron realmente confundidos cuando vieron que un helicóptero rojo aterrizó cerca del único Dairy Queen de la cuidad.
Al principio creyeron que se trataba de un Transformer que de pronto cobraría su forma androide, pero cuando esto no pasó, pensaron que se trataba de alguna emergencia médica, pues el color rojo del helicóptero era idéntico al de las ambulancias de los hospitales. Ambas consideraciones fueron rechazadas luego de que vieron cómo el piloto entraba al Dairy Queen y salía volando de él, cargado con un pastel de helado.
El alcalde de la ciudad, Al Jellicoe, vio al hombre salir del establecimiento y quedó algo sorprendido: “Bueno, pensé que alguien debía tener hambre”. Luego sintió que algo no estaba bien con ese aterrizaje y así era, las autoridades confirmaron que se trata de un aterrizaje en un lugar prohibido e indebido que pudo ocasionar daños y desastre.
Ahora el piloto, del que no se ha revelado su nombre, enfrenta cargos por llevar a cabo una operación peligrosa en un helicóptero y tendrá que enfrentar al tribunal de justicia el día 7 de septiembre. A pesar de lo urgente de su antojo y de tener permiso para volar, su proceder fue de lo menos responsable que hayamos visto.