Si te la has pasado tirado en la cama, solo mirando al techo y llorando porque tu ex no vuelve, no eres el único que sufre de algo conocido como “el mal de amores”, ya que existe una especie de pez tropical que también se deprime cuando su pareja no está.
El Amatitlania siquia habita principalmente en Centroamérica y es conocido por ser monógamo y muy fiel, tanto que padece y hasta deja de comer si su pareja lo abandona. ¿Te suena conocido?
Investigadores de la Universidad de Borgoña, en Francia, realizaron experimentos con esta especie, y encontraron que prefieren mantenerse con la misma pareja toda su vida, esto, probablemente como una forma de mantener mayor vigilancia sobre las crías, ya que tienen muchos depredadores.
El problema está cuando los separan, pues presentan comportamientos depresivos e incluso desinterés por la comida. Las hembras cambian su comportamiento a uno “negativo”, sobre todo cuando tienen que aparearse con otra pareja que no es la suya.
Durante el estudio colocaron 2 cajas, una con alimento y otra vacía, con una tapa negra y blanca para distinguirlas. Las hembras que permanecían con su pareja, de inmediato abrían la puerta donde se encontraba la comida, mientras que las que habían sido separadas de su macho, se iban al lugar vacío o ni siquiera le prestaban atención a las cajas.
Cuando están en pareja, su funcionamiento es mejor, e incluso las hembras tratan de abrir la puerta de la caja de comida más veces al día, que es una muestra de la conducta optimista, justo como tú, que insistes en ir a cada rato a los tacos cuando estás con tu novia.
El estudio que se publicó en la revista Proceedings of Royal Society B., concluyó que:
El apego emocional es algo útil para la pareja y que presenta un interés evolutivo.
Seguro ahora entenderás muchas cosas.