Un chow chow de 10 años de edad, mezcla de golden retriever, probó que el perro es el mejor amigo del hombre, y que además, es su ángel guardián. Durante el incendio de un departamento, salvó a su dueña de morir, arriesgando su propia vida.
Eran las 3 de la mañana cuando los residentes de Port Richmond, en Philadelphia, despertaron por el sonido de ladridos. Se dieron cuenta de que el que ladraba era Che, el perro de la vecina Andrea Bulat. Cuando trataron de entrar a la casa, el humo se los impidió.
“Escucharon a Che ladrando, lo que es poco común en medio de la noche”, dijo Jen Leary, fundador de Red Paw Emergency Relief, quienes trabajan con los bomberos. “Se asomaron por la ventana, vieron humo, sacaron a sus familias y trataron de sacar a la vecina pero no pudieron abrir la puerta”.
Dentro, los bomberos encontraron a Che encima de su dueña que estaba inconsciente, protegiéndola de las llamas. Aunque Bulat sufrió algunas quemaduras en la mitad de su cuerpo, Che la protegió de resultar completamente quemada.
Che recuperó inmediatamente la consciencia en cuanto recibió oxígeno. El equipo de Red Paw Emergency Relief lo llevó al hospital animal más cercano, donde fue tratado por inhalación de humo, úlceras en las corneas e inflamación de los pulmones. Sorprendentemente, no tuvo quemaduras.
A causa de su edad y la cantidad de humo que inhaló, los veterinarios dijeron estar poco convencidos de que viviera. Sin embargo, con antibióticos y fluidos, comenzó una exitosa recuperación.
Uno de los bomberos que lo rescataron, lo visitó al siguiente día. El visitante al parecer mejoró el ánimo de Che, pues inmediatamente comenzó a comer mejor y salió a caminar. Che salió unos días después del hospital, y vive por lo pronto en casa de una amiga de Bulat.
El fuego destruyó la casa, y aunque ella todavía está en condición crítica, las acciones heróicas de su perro la salvaron de un destino distinto, poniéndose en riesgo.