Un perro en Argentina volvió a demostrar que su especie no solo es la más fiel, sino la mejor amiga del hombre. Simón salvó a su dueño, de 80 años, de morir deshidratado, luego de que este saliera al campo y se perdiera, debido a que padece de alzheimer.
Juan Pedro Aráoz sufre de alzheimer, y aún así sacó pasear a Simón, su perro en Embarcación, Salta; pero en lugar de volver como siempre, en la noche, Juan se desorientó a causa de su enfermedad.
Descompensado por el calor, y perdido, Juan no supo volver a casa. Su familia pidió ayuda a la policía, a los bomberos y a los medios locales cuando no regresó, empezando así una búsqueda de muchas horas.
Al día siguiente, el calor era cada vez mayor, alcanzando los 45°C, pero no había rastro de él. Finalmente, el perro encontró a los bomberos, quienes lo reconocieron, pues él y su dueño son conocidos por ser vecinos del cuartel.
Era medio día cuando Simón apareció ladrando y llorando, buscando ayuda desesperadamente. Buscaba llamar la atención de la gente, aunque estaba visiblemente deshidratado y acalorado. El perro entonces los condujo hasta donde estaba Juan.
“Lo reconocimos enseguida porque es amigo; viven muy cerca del cuartel y siempre va a visitarnos, juega con otros perritos que ya se quedaron en el cuartel”, dijo uno de los bomberos.
El perro apareció en una zona de pastizales y llevó a los bomberos hasta donde estaba Juan, tirado en el pasto, desmayado y muy deshidratado:
“Lo ví muy flaquito, agitado pero no dejaba de llorar, de correr hasta el lugar donde su compañero yacía deshidratado y sin conocimiento”, comentó Sebastián Reinoso, jefe de bomberos voluntarios.
“Yo creo que si pasaban un par de horas más no hubieran resistido porque el calor era terrible”, aseguró.
Juan fue llevado al hospital más cercano donde lo atendieron. Simón, su perro labrador, fue asistido por los bomberos luego de salvarle la vida a su dueño.