No nos cansaremos de hablar de la enorme relación que existe entre los perritos y los seres humanos desde hace siglos. Incluso nos hace pensar que estas dos especies se desarrollaron unidas por el amor más profundo que pueda existir, que se demuestra con una fidelidad a toda prueba a pesar de que un grupo de policías se interponga en el camino.
Cristóbal Díaz Martínez fue sorprendido en las calles de Santa Rosa de Copán, Honduras, cuando, al parecer, portaba una arma sin el permiso correspondiente. Los oficiales de policía lo detuvieron, pero cuando lo estaban subiendo a la patrulla, Job, su leal amigo peludo, no lo dudó y se subió junto con él para no dejarlo solo.
Claro, no es correcto que Cristóbal anduviera armado, porque no sabemos qué intenciones tenía o a qué se dedica, pero la cuestión es que Job actuó como un gran amigo, de esos a los que no les importa si te has equivocado y te siguen apoyando sin juzgar. Al ver que se llevaban a su compañero, el lomito, como si él también estuviera arrestado, ocupó un lugar en la patrulla.
Las imágenes se volvieron virales porque son un ejemplo más de la fidelidad que tienen los canes con los humanos, incluso en este tipo de circunstancias que son incomprensibles para ellos, en las que solo saben una cosa: no dejar solos, por ninguna circunstancia, a sus amigos humanos, y Job así lo hizo.
De acuerdo a Cristóbal, le regalaron a Job hace un año y, desde entonces, son inseparables, como se demostró en esta ocasión. Ojalá que todo se haya arreglado para este hombre y esa arma no sea para nada ilícito, porque de lo contrario, tarde o temprano, terminará en la cárcel y Job tendrá que seguirlo a ese lugar, o peor, quedarse solito. ¡Hazlo por Job!