Si fueras diagnosticado con una enfermedad en fase terminal, seguramente te apurarías para realizar algunas de las cosas que siempre soñaste hacer, y que lamentablemente, hasta que alguien se encuentra en una situación como esa, decide que es momento de llevarlas a cabo.
Finn es un perro de 6 años de edad, que fue diagnosticado con cáncer y parece que no hay mucho por hacer, solamente lograr que sus últimos momentos con vida sean lo más felices que se pueda.
Desde las 6 semanas de vida, en 2012, Finn llegó a las vidas de Cynthua y Robert, una pareja que vive en Burlington, Vermont, y con quienes ha pasado todo este tiempo, como una familia.
Me ayudó a superar el dolor cuando mi padre murió y ahora él también se está muriendo de cáncer. Es un golpe duro pero realmente poderoso para recordar cómo me ayudó en esos momentos, y ahora voy a ayudarlo.
Luego de la tristeza que supone una noticia de este tipo, la pareja decidió hacer de los últimos momentos de Finn, una alegre fiesta, para que se vaya con los mejores recuerdos, y lo han ido documentando a través de fotografías en Instagram.
Fue rockstar por un día.
Estuvo en la nieve.
Por supuesto, tenía que beber una cerveza.
Dar un paseo por el bosque.
Ser bombero por un día.
Y policía.
Irse de campamento.
A la playa.
Viajar en globo.
En este punto, seguro estás pensando que Finn ha tenido mejor vida que la tuya…
Ha disfrutado de un increíble picnic.
Y de una cena con filetes y vino.
Ha participado en una carrera.
Se convirtió en ejecutivo.
Hizo un viaje en bote.
Llegó a Nueva York.
Además, Cynthia y Robert han lanzado una iniciativa en GoFundMe para poder publicar un libro con la historia de Finn, y con esto, ayudar a más familias que están pasando por algo similar. El objetivo es juntar 15,000 dólares. En caso de que se supere esa cifra, el excedente se entregará a asociaciones que apoyan a perros con cáncer.
El final parece inevitable, pero al menos, se irá con una enorme sonrisa…