Un perrito callejero en Oaxaca, México, se convirtió en toda una celebridad, pues se le ha visto salir a bailar en las fiestas tradicionales de la ciudad, con una gran alegría y sin temer a los fuegos artificiales:
Además, corre maratones cada vez que tiene oportunidad, por lo que constantemente se le ve en fotografías con el grupo de corredores, a quienes les da una gran competencia.
Por esto y por todo el cariño que ha despertado en la gente, un grupo de alumnos de una escuela lo eligieron como padrino de generación, honor que se le confiere a personas que han apoyado el crecimiento y desarrollo de los alumnos, a quien admiran y respetan, y en este caso Mazapán cumplió con todo estos requisitos.
Y es cierto, su agenda está llena. Desde una entrevista…
Una boda…
Hasta un concierto…
Mazapán se ha convertido en un símbolo de los perritos callejeros y ha servido para que más personas tengan conciencia sobre el cuidado que merecen e, incluso, muchos manifiestan su deseo de adoptar a este multifacético perro, pero se dice que él pertenece a las calles.
El fotógrafo Carlos R. Cervantes, encargado de tomar varias de las imágenes del nuevo ídolo oaxaqueño, manifestó para CNN que no será adoptado:
Todos lo cuidamos. Le voy a comprar un collar con mi número y el de algunas personas para que, si algo le sucede, podamos costear lo que sea necesario.
Ahora se han reunido más de 1,500 firmas para que Mazapán sea parte de la imagen cultural de Oaxaca y sea el representante de los animales callejeros y abandonados; pero, desafortunadamente, como siempre sucede, hay personas que no sienten el mismo cariño por él.
Recientemente, a través de redes sociales se dio a conocer la agresión que sufrió durante una boda, donde fue golpeado ya que “estorbaba” en la celebración, así que se compartieron fotos de él, con sangre en el hocico:
Todavía no se ha identificado a los responsables, pero claro que la indignación es manifiesta en redes sociales. Esperemos que Mazapán siga tomando sus siestas relajantes en las calles, sin que nadie le haga daño.
Y quién sabe, tal vez pronto lo veamos como alcalde de la ciudad…