Richard Sandrak acostumbraba estar en los titulares cuando era apenas un niño. ‘Little Hercules’, le llamaban por sus abdominales y bíceps que hacían que hombres más grandes que él estuvieran celosos.
El físico de Sandrak era tan impresionante que le valió el título del niño más fuerte del mundo a la edad de 11; y apareció en un documental del mismo nombre.
Cuando el pequeño Hercules estaba en su momento más popular, su padre Pavel, quien estaba a cargo de su rutina de ejercicios fue fuertemente criticado.
Sus críticos decían que había presionado mucho a Richard, ya que era muy jóven para tener un cuerpo así y estar bajo un régimen alimenticio estricto.
Cuando Richard tenía 11 años su padre fue arrestado por abuso doméstico contra su esposa (la golpeaba), y desde ese momento el pequeño Hercules rompió lazos con él.
Ahora que Richard Sandrak es todo un adulto de 23 años cuenta que ya no levanta pesas y que eso sólo le aburre.
Ha dejado el fisicoculturismo tiene un trabajo bastante peculiar: se prende fuego varias veces al día, es un stuntman, es decir, un doble para Universal Studios en Hollywood.
Richard no se arrepiente de su niñez, y asegura que está muy orgulloso de ella, pues no es algo que le averguence.
Al pequeño Hércules le gustaría ser es un ingeniero astrofísico para trabajar en la NASA.