Afrontémoslo, son tiempos duros para todos. La contingencia por covid-19 ha causado estragos en la economía de muchos hogares, negocios y personas. La pérdida de empleo ha sido común durante este periodo y, por lo tanto, encontrar otro puesto de trabajo se ha vuelto aun más difícil.
Tener trabajo es una bendición en estos momentos. Sin embargo, hay empresas que se aprovechan de la necesidad para contratar y despedir a diestra y siniestra, por lo que debemos estar armados con curriculum vitae en mano para lo que se ofrezca. Ángel Medina, de Hermosillo, Sonora, sufrió un doloroso despido que lo puso contra las cuerdas, pero con los recursos más básicos logró encontrar otro trabajo.
El hombre de 44 años hizo uso de los materiales elementales para elaborar un currículum de trabajo: una hoja de libreta y pluma. Redactó con letra grande una solicitud en la que expuso sus habilidades y aptitudes:
Tengo experiencia en el manejo de ganado, también sé capar, señalar, ordeño, hago queso y domo potros. Mi nombre es Ángel Medina, tengo 44 años y no tengo vicios.
El vaquero Medina pegó varios currículums en los postes de Hermosillo, lo que captó de inmediato la atención de sus vecinos, quienes se enteraron de que acababa de perder a un hijo y su empleo, y corrieron el rumor hasta que llegó a los medios locales. Además, compartieron la fotografía del conciso mensaje salido de su puño y letra en redes sociales. El llamado de Ángel se regó como pólvora y pronto obtuvo respuesta. Ahora trabaja como encargado de una tienda en Guadalajara, Jalisco.
Uno piensa que las cosas así se van a quedar mal, pero la verdad es que no. A veces las cosas andan mal, pero luego vienen cosas buenas. Así me pasó a mí.
Historias como esta nos hacen ver un poco de luz al final del túnel. Sin lugar a dudas, un factor clave para superar la crisis será la empatía entre trabajadores, sociedad y empresas, como bien lo demuestra Ángel Medina.