Este pastor se está volviendo toda una sensación y está convirtiendo a muchas personas al cristianismo, pues actúa como un mismísimo chupapanzas divino, ya que en sus cultos en vivo logra que varias mujeres bajen dos tallas nada más al rezar por ellas.
El pastor en cuestión es colombiano y lleva por nombre Esteban Acosta, quien se volvió sumamente viral luego de ser grabado obrando el milagro de la reducción del vientre, pues nadie puede creer estos increíbles y codiciados poderes que ahorrarían cientos de horas de ejercicio y dieta rigurosa.
En el video de TikTok que le ha dado la vuelta al mundo se puede ver cómo el pastor tiene fila para llevar a cabo una de sus famosas liposucciones divinas. El proceso es sencillo: mientras otra mujer le toma el vientre a la interesada en adelgazar, él reza y pide por ella, sosteniéndole la cara. Luego, mágicamente, el pantalón le queda flojo.
El asombro de internet no se ha hecho esperar, pues unos se quedan boquiabiertos ante lo que consideran una vil estafa y otros, ante los que consideran que se trata de creer y que no cuesta nada la fe en nombre de la belleza y de que esos pantalones favoritos vuelvan a entrar en su cintura.
Gurús de los Milagros = Gurús de bolsa
Acá un pastor haciendo una lipo a punta de oración
En serio, se pasan https://t.co/XH7E6C9GMw
— Andres Moreno Jaramillo 📊 (@andresmania) December 21, 2022
El caso es que el pastor se ha vuelto inmensamente popular y ni siquiera lo hace para que la mujer agrade a Dios, sino porque sabe que la delgadez otorga mayores oportunidades de empleo a cualquiera, pues promete que con cada reducción de talla que hace se abre una oportunidad laboral para quien experimenta sus dones.
Ella va a empezar a adelgazar más. Es un milagro. Antes de que se acabe el año la gente no te va a reconocer, se abre una fuente de trabajo bonita, hermosa para ti.
La verdad es que no es cuestión de escepticismo, sino de comprobar en carne propia si las manos y oraciones de este pastor tienen verdadero efecto sobre el tejido graso de nuestro vientre, que tanto aumenta a finales de año, cuando celebramos el nacimiento de “Yisus”.