Emily Bugg y Billy Lewis ya tenían todo listo para casarse, incluida una fiesta con muchos invitados y un gran banquete, sin embargo, la pandemia de coronavirus y la crisis económica que ha dejado los hizo cambiar sus planes y decidieron usar ese dinero para darle algo de alimento a personas de escasos recursos en Chicago, lugar donde viven, lo que nos hace restaurar nuestra nuestra fe en la humanidad.
Como los casos de contagios de Covid-19 han repuntado en Estados Unidos y miles de personas se han quedado sin empleo, la pareja pensó que lo mejor era ya no buscar una nueva fecha para su fiesta y destinar ese dinero a quienes ahora están pasando por problemas incluso para satisfacer sus necesidades básicas, aunque eso sí, decidieron casarse, así que solo acudieron al ayuntamiento a firmar los papeles necesarios, únicamente acompañados por un fotógrafo.
Como ya habían dado un depósito de 5,000 dólares a la empresa Big Delicious Planet para que les hiciera el banquete, los llamaron para pedirles que en lugar de comida para boda hicieran un menú para el Día de Acción de Gracias. Se pusieron de acuerdo y lograron armar 200 platillos, lo que según la novia, los ha hecho muy felices, ya que cancelar la fiesta “no fue lo peor en el mundo”, al contrario, les dio la oportunidad de compartir con los más necesitados.
A final de cuentas, comentó la mujer, el objetivo de ambos era casarse y se cumplió. Ella trabaja desde hace años con la organización Thresholds, que apoya a personas con desórdenes mentales, así que la entrega de la comida se hizo con estas personas, además de algunos adictos, quienes al menos por un día sintieron que alguien se ocupaba de ellos y pudieron probar una rica comida.
Heidi Moorman Coudal, propietaria del negocio de banquetes, manifestó que cuando la pareja la llamó pensó que era para cancelar todo y pedir un reembolso de su dinero, sin embargo, se sorprendió cuando le pidieron el cambio y de inmediato se unieron a ellos, colaborando con algo de su mobiliario y espacio para hacer la entrega, ya que era una noble causa.
Por lo regular, las parejas terminan preocupándose más por la fiesta que por cualquier otra cosa, pero estos dos son un ejemplo de que realmente no necesitamos echar la casa por la ventana, sino colaborar con algo para que la situación mejore, sobre todo cuando la situación para millones en el mundo no es fácil, y que las personas tengan esperanza de que las cosas pueden cambiar. ¡Felicidades a los novios!