En Tamaulipas, México, una familia se enfrentó al suceso más duro de su vida cuando el padre y la pequeña hija fueron diagnosticados con cáncer. Roberto Ávila y su pequeña hija Andrea Ávila, de apenas cuatro años, fueron notificados de sus padecimientos y las cosas se complicaron desde el punto de vista económico, por el costo de los tratamientos para cada uno.
Roberto, cuya profesión era doctor, padecía cáncer de estómago y Andrea sufre cáncer cerebral. Para ayudar con su enfermedad, amigos y familiares comenzaron campañas de recaudación de fondos e hicieron ventas de comida y todo tipo de actividades con el fin de juntar dinero y cubrir el costo elevado de los tratamientos.
Sin embargo, el elevado costo que implicaba el tratamiento conjunto de padre e hija hizo que el primero tomara una decisión esencial por el bien de su pequeña: suspendió su tratamiento para que todo recurso se enfocara en salvar la vida de Andrea. Así, Roberto hizo un sacrificio esperando que su hija supere la enfermedad.
Lamentablemente, su esposa, Andrea Villarreal, ha informado hace poco que Roberto falleció a los 37 años. En una publicación de Facebook, la mujer dijo que cumplirá la promesa que se hicieron, que agradece todo su amor y que siempre estarán juntos:
Cumpliste tu promesa, no te rendiste, por ti no quedó, ahora sé que seguirás con la promesa de siempre ver por Andy y por mí desde el cielo. Te extrañaremos tanto. Yo cumpliré mi promesa y cuidaré de nuestra princesa. Te amo, corazón, hasta siempre.
Al día de hoy, la pequeña Andrea se encuentra en terapia intensiva, luchando por su vida. Aunque ha salido bien de una operación, que le retiró un tumor de 6 cm, todavía necesita el apoyo financiero para vencer el cáncer totalmente. Algunos famosos se han unido a la causa y han pedido ayuda a través de sus redes sociales, como el baterista del Grupo Pesado, Luis Mario Garza.
La acción de Roberto, sin duda, le está dando una gran oportunidad a la pequeña Andrea, su hija. La verdad, a veces, las pruebas de la vida son muy duras y también reconocemos la fuerza de la madre, quien ahora tendrá que enfrentar esta crisis individualmente, aunque no sola, pero estamos seguros que hará todo para que su hija se recupere, así como hizo su esposo, Roberto.