Los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en las Torres Gemelas de Nueva York, EU, siguen cimbrando al mundo. El tiempo no ha borrado esas heridas, y cada que surgen nuevas revelaciones los sentimientos encontrados se vuelven a encender…
En el peor ataque en la historia de la Unión Americana murieron 2,996 personas, la mayoría en Nueva York, y escuchar a una de las víctimas antes del ocaso es desgarrador.
Una grabación que circuló por YouTube ocupó los titulares de los medios de comunicación internacionales y en las redes sociales se viralizó tanto que no puede pasar desapercibido, ya que da una visión poco conocida e impactante de los últimos momentos de desesperación que vivieron las víctimas.
Era Kevin Cosgrove, vicepresidente de la firma Aon Corp, y uno de los cientos de atrapados en la segunda torre después del choque de un avión en su bloque de oficinas.
Atrapado en el piso 105 de un edificio en llamas, Kevin desesperadamente llamó al 911 para intentar dar su número de teléfono a la operadora y recibir ayuda.
“Correcto. Señorita, estamos dos de nosotros en esta oficina. No estamos listos para morir, pero esto se está poniendo muy mal”.
En la parte tal vez más conmovedora de la grabación, Cosgrove explica a la operadora que su esposa piensa que está salvo.
“La llamé y le dije que estaba saliendo del edificio y que estaba bien”.
Sin embargo, conforme avanza la conversación, resulta impresionante cuando Kevin comprende la gravedad de la situación del ataque y reiteradamente pregunta el tiempo que tardarían en llegar los bomberos para rescatarlo.
La operadora confirmaba a Kevin que los bomberos ya estaban tratando de llegar a rescatarlo, y él respondió “tengo hijos hijos”.
Conforme avanza la grabación, la angustia total se apoderó de Cosgrove:
“Esto realmente es muy malo. Es oscuro. Árido. Somos hombres jóvenes. No estamos listos para morir. Estamos tres de nosotros aquí. Estamos con la vista al centro financiero. Estamos tres. Hay dos ventanas rotas”.
Sin embargo, antes de que Kevin pudiera terminar la frase, un ruido ensordeció el edificio y él gritó antes de que la llamada telefónica se cortara súbitamente. Después el edificio se derrumbó.
Aquí te presentamos el video de la grabación:
Aunque la grabación alcanza poco más de 5 minutos, son suficientes para darse cuenta de la magnitud de los hechos y de la angustia de las víctimas.
Tras la catástrofe, el cuerpo de Kevin se rescató de entre los escombros y fue sepultado el 22 de septiembre de 2011 en el cementerio católico St. Patrick, en Huntington, Nueva York. Dejó atrás a su esposa, Wendy Cosgrove y tres hijos.