En Filipinas, una chica de nombre Charlotte estaba ante el día de su boda, sin embargo, se sentía incompleta, pues su padre se encontraba en fase terminal en un hospital, así que pensó que no acudiría a ese momento tan especial para ella.
Pedro Villarin, conocido como Papu Pedro, sabía lo importante que era su presencia para su hija, así que reuniendo fuerza y apoyado por los médicos, decidió acudir a la ceremonia.
En lugar de un automóvil dispuesto para la boda, la novia viajó con su padre en una ambulancia, y él permaneció en una camilla, pues su precario estado de salud ya no le permite estar de pie, o incluso estar sentado.
El deseo de Charlotte era que su padre la acompañara por el pasillo para entregarla en el altar, y en camilla lo logró.
Sin duda estos fueron momentos muy emotivos para todos los presentes, especialmente para la novia y su familia, y también para Papu Pedro, quien, a pesar de la adversidad, pudo acompañar a su hija en el día de su boda.
La idea inicial era que este hombre acudiera a la ceremonia en una silla de ruedas, sin embargo, su estado de salud se complicó y la única manera de hacerlo fue en la camilla y en ambulancia.
Esta es una muestra de amor que no van a olvidar.
Papu Pedro murió 3 días después de la boda.