Su nombre era Conor Wilmot, tenía 13 años, su familia y amigos dicen que era un chico feliz, con un futuro brillante, buenas notas y muy querido por sus compañeros de escuela. Su cuerpo fue encontrado el 11 de mayo en unas tierras tras la propiedad de su familia en Sixmilebridge, del Condado de Clare, en Irlanda. La policía y su padre piensan que estuvo involucrado en el juego de la Ballena azul, y ahora buscan las pistas en el ordenador y dispositivos electrónicos del joven.
Greg Wilmot, padre del chico menciona que, este no es un caso de abuso escolar y al principio, no pensaba que se trataba de la Ballena azul, sino de una estupidez adolescente que salió mal, como el Choking game. Sin embargo, al revisar su celular, ha cambiado de parecer y relaciona la muerte de su hijo con algo que encontró en Internet y que no era bueno.
Le dijo al periódico Irish Mirror:
“Ahora los padres no se dan cuenta de lo mucho que sus hijos están metidos en un mundo de realidad virtual, en donde, todo es realidad.
Encuentran difícil diferenciar entre lo real y lo virtual y no hemos tratado este tema como un problema mayor. Cualquier loco puede poner cosas terribles en las redes sociales”.
El juego de la Ballena Azul fue inventado por el ruso Philipp Budeikin de tan sólo 21 años, ya ha cobrado más de 130 muertes de jóvenes en dicho país y muchas más alrededor del mundo.
El juego está creado para quebrantar el espíritu de jóvenes propensos al suicidio, con cuadros depresivos, de baja autoestima y con un historial de abuso escolar. El hecho de que sean muy jóvenes hace más fácil que la Ballena azul juegue con sus mentes e implante ideas autodestructivas.
Son 50 retos divididos en 50 días, diseñados para inducir ideas suicidas y la automutilación. Algunos están cifrados o son secretos.
También, los jóvenes son inducidos a levantarse muy de madrugada para ver videos de terror, escuchar música que envía el administrador, no hablarle a nadie durante un día entero o subir a edificios altos y postrarse en el borde del techo.
El último reto, después de casi 20 días de levantarse a las 4:20 a ver películas de terror, es la muerte.
El creador ha declarado que sus víctimas adolescentes no son más que un desperdicio biológico y que el juego es su manera de limpiar a la sociedad.
Se piensa que los retos de la Ballena azul se han extendido alrededor del mundo gracias a las redes sociales y en diferentes partes del mundo se advierte a los padres de familia sobre este juego, sugiriéndoles que cuiden más el desenvolvimiento de sus hijos para determinar algún comportamiento anormal.
Sin embargo, estas recomendaciones llegaron demasiado tarde para el padre de Conor, quien ahora advierte a todos los padres del mundo a educar a sus hijos sobre un uso más saludable de las redes sociales.