Desafortunadamente las condiciones de nuestro planeta siguen complicándose, primero, porque el crecimiento de las ciudades y la explotación desmedida de varias zonas ha provocado que diversas especies ya no tengan su hábitat y el alimento que necesitan, y por otra parte, la contaminación los obliga a consumir cosas que no son sanos para su organismo, como el plástico, que poco a poco inunda a todo el planeta.
Jens Wikström, líder de una expedición en el Ártico captó a una familia de osos, y mientras la madre descansa, los oseznos se pelean por comerse una bolsa de plástico, lo que resulta devastador al ver las consecuencias que la contaminación está teniendo en esta especie, y es que con el hambre los animalitos están dispuestos a comerse lo que sea con tal de saciar un poco la necesidad de alimento.
Durante varios minutos los ositos estuvieron jugando con la bolsa e ingiriendo trozos de ella, lo que sin duda tendrá repercusiones negativas en su organismo, pero lo que más duele es que hay poco qué hacer, pues esta especie poco a poco ha sido relegada a territorios más lejanos de donde acostumbraba encontrar su comida. Además, se han tenido que acercar a los centros urbanos, lo que los expone a toda clase de peligros.
Para Jens esto es alarmante porque no nos hemos dado cuenta del daño que le estamos haciendo a nuestro planeta, “y esto lo que le sucede a nuestro ecosistema “cuando no tenemos cuidado de nuestra m**rda”, lo que mantiene en vilo a miles de especies, incluyendo la nuestra, y aunque hay esfuerzos importantes por revertir la situación, la realidad es que han sido insuficientes.
En estas remotas islas del Ártico he visto osos jóvenes curiosos y zorros árticos comiendo la contaminación plástica que a menudo llega a la costa con las corrientes del Océano Ártico, al noreste de Svalbard o con la corriente del Golfo que llega desde Europa. No es ningún secreto que tenemos mucha contaminación. Solo espero que la gente lo piense dos veces antes de dejar bolsas de plástico o colillas de cigarrillos en el suelo. Nunca se sabe dónde terminarán.
También es preocupante que los microplásticos estén afectando la cadena alimentaria de peces y focas, por lo que el plástico ya se está incorporando a la dieta de los osos polares, ya que son depredadores. Y cuando entra en la dieta, también puede afectar la leche materna.
-Jens Wikström
Para 2017, en esta zona solo se tenía el registro de 250 osos polares, y algunos se han retirado a zonas remotas cubiertas de hielo para alejarse de la presencia de los seres humanos, lo que los pone en condiciones muy complicadas para poder sobrevivir y a todo esto hay que agregarle que de acuerdo a especialistas, de continuar por la ruta por la que vamos, para 2050 tendremos un Ártico sin hielo. Terrible.