Una pareja de padres jóvenes tuvo que limpiar los residuos que sus pequeños hijos depositaron en una taza de baño de exhibición en una tienda Q&B. A los niños no les importó que los baños no tuvieran ni un rastro de agua en su interior y liberaron a Willy, por lo que la tienda les pidió a los padres que solucionaran el apestoso problema.
El incidente tuvo lugar en Glastonbury, Inglaterra, donde Caroline Akhtar y su esposo Azzi visitaban la tienda de enseres para el hogar junto a sus hijos y jamás se imaginaron que sus pequeños replicarían aquella broma de Jackass en la que Dave England entró a una tienda de azulejos y desovó en una de las tazas de cerámica que tenían en venta.
La descarga de su hijo Jacob ocurrió a sus espaldas, lo descuidaron un momento y en eso se bajó sus pantalones y se puso a hacer del baño. A eso se sumó la reacción tardía de los padres, el asunto ya estaba hecho cuando quisieron detener a su criatura. Lo peor de todo es que Jacob había arrojado un pastelazo de gran tamaño.
Caroline fue quien pudo registrar todo con la cámara de su celular y quien describió lo ocurrido en sus pies de fotos, contando a detalle la vergonzosa aunque hilarante situación que tuvieron que pasar:
Solo entré para una línea de lavado, me di la vuelta y Jacob estaba sentado en uno de los aseos. Corrí a decirle que se bajara pero ya era demasiado tarde. Me fui a por toallitas húmedas y volví y él seguía sentado allí porque ‘tenía que terminar’ y mi marido no sabía qué más hacer. La joven dependienta no paraba de reírse pero también ignoraba completamente la situación.
Al final, todo quedó en risas y en una escena bochornosa que se volvió viral en el muro de Facebook de Caroline, donde subió fotos de lo sucedido y de su esposo con un guante de plástico sacando el tamarindo y limpiando la taza. Algunos internautas comentaron que “cuando tienes que ir a c*gar tienes que ir c*agar”. La misma Caroline dijo que al principio se vieron mortificados pero nada más subir al carro se c*garon de risa.