Las historias que comúnmente hemos visto sobre personas que dan la vida por otras son aquellas donde generalmente un padre hace algo maravilloso por su hijo, un hermano por otro, o un esposo por su esposa y viceversa; pero saber que un niño quiere dar la vida por salvar a su madre… eso sí que le rompe el corazón a cualquiera.
Un niño de 7 años le pidió a los médicos que le dieran sus riñones a su madre moribunda. Es la historia más conmovedora que verás en largo tiempo.
Chen Xiaotian fue diagnosticado con cáncer cuando tenía 5 años, y meses después se supo que su madre, Zhou Lu, sufría de una enfermedad renal que resultó por el mal funcionamiento de su riñón.
Ambos pasaron dos años dentro de un hospital y tenían que someterse a constantes tratamientos médicos. Los especialistass pensaron que el niño se recuperaría; sin embargo su cáncer se volvió más agresivo.
La enfermedad de Chen paralizó su cuerpo y además perdió la vista, y aunque su situación fue más difícil cada día, su madre intentó mantenerse fuerte a pesar de lo que estaba sucediendo.
No obstante, su riñón no pudo soportar y empezó a debilitarse hasta llegar al punto en que se le requirió someterse a un trasplante tan pronto como fuera posible, la única clave para su supervivencia.
Los doctores hablaron con la abuela del pequeño y le explicaron la situación. Le dijeron que su nieto no sobrevivirá pero que podía donar su riñón a su propia madre, la misma que se negó al plan.
La abuela Lu Yuanxiu, de 57 años, dijo:
“Los médicos se acercaron a mí en lugar de a su madre debido a la naturaleza sensible de la situación. Me dijeron que mi nieto no sobreviviría, pero sus riñones podrían ayudar a su madre y también salvar otras dos vidas. Yo lo discutí con Zhou y ella se rehusó, absolutamente no quería oír hablar de eso”.
Cuando Chen se enteró de la situación, inmediatamente pidió a los médicos que hicieran lo que creyeran necesario, incluso exigió que salvaran la vida de su madre.
Ella, con lágrimas aceptó diciendo que si su hijo moriría, su único consuelo sería que parte de él viviría en su cuerpo.
Los médicos confirmaron que el tejido era perfectamente compatible, y cuando él murió lo trasladaron rápidamente a la sala de operaciones donde sus riñones e hígado fueron removidos.
Después de la operación, la madre fue capaz de recuperarse totalmente, ya que no hubo ningún rechazo en su organismo.
El portavoz del hospital Yi Tai dijo que los tres trasplantes fueron un éxito y que la muerte del joven había permitido que otros tres sobrevivieran y vivieran vidas normales.
“El equipo médico celebró un breve momento de oración y silencio para el pobre niño antes del trasplante, creo que es justo decir que había muy pocos ojos secos”.
El niño no sólo es un héroe para su propia madre, sino también para una mujer de 21 años que recibió su otro riñón y para un hombre de 27 años que fue receptor de su hígado.
Chen se convirtió en una inspiración para todos, ya que demostró que no hay nada que uno no pueda hacer cuando se trata de la familia, más cuando es tu propia madre.
¿Harías lo mismo?