La pandemia de coronavirus hace que millones de estudiantes en todo el mundo continúen con sus trabajos escolares desde casa, pero la situación no es la misma para todos, pues una buena parte de ellos no tiene servicio de internet en su domicilio, no cuenta con una computadora o con los materiales necesarios para realizar sus deberes; sin embargo, todo eso se suple con esfuerzo y creatividad.
En cualquier lugar del mundo al que dirijamos la mirada encontraremos pobreza, y por supuesto, niños que en ocasiones no pueden comer ni siquiera tres veces al día, y menos tendrán la oportunidad de contar con una computadora, como es el caso de Luciano, de 11 años de edad, quien cursa el sexto grado en la Escuela Primaria “General Espejo”, en Agrelo, Luján de Cuyo, Mendoza, Argentina.
Como la mayoría de los alumnos que vive en esta zona caracterizada por la pobreza no tiene acceso a internet, los maestros tratan de hacerles llegar las tareas a través de WhatsApp, esperando que aquellos padres que sí pueden recibir los mensajes —porque no todos cuentan con el servicio de datos en sus teléfonos— los compartan con los demás y así todos los alumnos estén enterados de lo que deben hacer.
Claudia Arabena, maestra de artes en esta escuela, mandó un mensaje para que los 35 alumnos de este grupo realizaran una obra artística usando los elementos que tuvieran en casa. Luciano se dio cuenta de que no tenía pinturas, cartulinas, pegamento o algo con lo que pudiera trabajar, y tampoco sus padres tenían dinero como para comprarle algún material, pero eso no lo detuvo.
La vivienda de su familia se encuentra ubicada en un terreno lleno de tierra, con algunas ramas pequeñas tiradas por ahí, así que se dio cuenta de que esos podían ser sus materiales. Mezcló la tierra con un poco de agua y empezó a delinear una forma, además de usar las ramitas para acentuar algunos detalles, y con polvo de ladrillo le puso algo de color y así cumplió con su tarea.
Sobre el suelo creó un enorme dinosaurio, con garras y colmillos de palitos de madera, así como la firma del artista, y con el polvo del ladrillo le dio color a las escamas de esta increíble obra de arte, y es que todo se basa en el deseo de salir adelante y usar los recursos que se tengan a la mano, aunque parezcan muy limitados, con tal de conseguir sus metas, y la de Luciano es estudiar.