Cuando éramos niños, todos soñábamos con convertirnos en bomberos o policías, pues estos son los héroes de la vida real, ya que velan por la seguridad de las personas. Con esta idea en la cabeza, un niño de Nueva Zelanda no dudó en llamar al 111 (número de emergencias en ese país) para reportar a sus juguetes.
Ese día, los teléfonos de emergencia de Invercargill, una pequeña ciudad en la Isla del Sur, Nueva Zelanda, recibieron la peculiar pero demasiado tierna llamada de un niño de cuatro años, quien le pedía a los oficiales que fueran a su casa a ver sus juguetes.
Al contestar la línea, la operadora atendió con el clásico “Esta es la Policía, ¿cuál es su emergencia?”, a lo que el menor contestó con un “Hola. ¿Señora policía?”. Pronto la operadora endulzó su tono de voz para atender al menor. Esta llamada, que pudo haber preocupado a los servidores públicos, dio un giro cuando el niño comenzó a contarles acerca de sus juguetes. Además, quería que algún oficial fuera a verlos, pues deseaba compartirlos con sus héroes.
La llamada iba bien, incluso le preguntaron en dónde estaba, pero en ese momento comenzaron a escucharse ruidos y un adulto tomó el teléfono. Después de aclarar y confirmar que había sido un error y que el niño tomó el teléfono sin que este se diera cuenta porque estaba ayudando a su madre enferma, colgaron.
https://twitter.com/frankadak01/status/1450022193254051842
Sin embargo, después del término de la llamada, los servicios se pusieron manos a la obra. A través del radio, la operadora solicitó a todas las unidades que alguien se dirigiera hacia el domicilio del pequeño. Un oficial, identificado como agente Constable Kurt, respondió el llamado y fue a la casa del niño. Al llegar, vio juguetes y confirmó que eran “geniales”. Además, tuvo una charla con el menor sobre el correcto uso del 111.
Pero eso no es todo. El niño tuvo la fortuna de subirse a la patrulla, ver encendidas las luces y tomarse una foto con el oficial, quien le prestó su sombrero para posar para el recuerdo. La llamada se publicó en las redes sociales de la Policía de Nueva Zelanda, tuvo gran respuesta en las diferentes plataformas y hasta el comandante del área de Southland, el inspector Mike Bowman, resaltó el servicio policíaco.
Creo que en Nueva Zelanda tenemos el privilegio de tener la policía que tenemos. A veces se veía a la policía como una agencia de ejecución, pero ejemplos como este muestran que hay personas detrás de los uniformes. Humaniza a la policía en la comunidad.