Un tribunal egipcio condenó a cadena perpetua a Ahmed Mansour Karni, de tan sólo cuatro años, por los cargos de asesinato, intento de asesinato y destrucción de propiedad pública en 2014, cuando el pequeño apenas tenía dos años.
El niño fue juzgado el pasado jueves por una corte militar del Cairo, y ahora pesa una orden de arresto que, si se cumple, le añadiría a los cientos de menores que cumplen condena en las cárceles egipcias juzgados como adultos.
مصر و فضايحها
طفل لم يكمل العامين يحكم عليه بالسجن المؤبد لاتهامه بقتل ٤ ظباط و نزعة ملكيه و تهديد رجال شرطه و… https://t.co/JoypcwN3uk— DrnegrovîSh (@DrNegroovish) February 20, 2016
En la búsqueda de culpables por las protestas que siguieron al golpe de Estado en 2013, la Justicia egipcia ha condenado a muerte o cadena perpetua, en juicios multitudinarios, a cientos de personas; entre ellos periodistas, ancianos ciegos o incluso niños, como el pequeño Karni.
Su nombre fue añadido en 2014 a una lista de más de 110 acusados que han sido finalmente juzgados y condenados conjuntamente por cuatro delitos de asesinato, ocho de intento de asesinato, amenazas a oficiales de policía y vandalismo contra una sede de la Administración Sanitaria en la provincia de Fayún (a unos 170 kilómetros del Cairo).
No obstante, los medios locales señalaron al abogado del niño que “su nombre debió ser añadido por error:
“El certificado de nacimiento -que demuestra que Karni nació en septiembre de 2012- fue presentado cuando las fuerzas de seguridad añadieron su nombre a la lista de los acusados, pero entonces el caso fue transferido a una corte militar y los documentos no han llegado al juez”.
Ante este error, abogados de los 116 convictos han criticado que la condena del pequeño Karni “demuestra que el juez no leyó el caso”.
“Esto prueba que el sistema Judicial egipcio es ciego y no importan las pruebas”, denunció la activista Mona Seif, que criticó los macrojuicios que demuestran que el Estado “tiene miedo incluso de los niños”.
A principios de mes, el ministro de Justicia egipcio, Ahmed Al-Zind, dijo en televisión que no estaría satisfecho hasta que 10.000 musulmanes fueran condenados por cada miembro asesinado de las fuerzas armadas. Un deseo que ha alcanzado a un niño de cuatro años.